Los militantes ucranianos bloqueados en la planta siderúrgica de Azovstal, en la ciudad de Mariúpol (en el sureste de Ucrania), han ofrecido intercambiar a los civiles que retienen a cambio de alimentos y medicinas, según han informado este jueves los medios locales citando a un comandante ruso de la operación para liberar la planta.
En este sentido, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha dicho que “esas demandas de los nacionalistas, que se refugian en los locales subterráneos de la planta, (...) son muy similares a las propuestas expresadas anteriormente por terroristas, en Siria y en otros lugares”.
Cuando la república popular de Donetsk (RPD) proclamó su independencia de Ucrania en 2014, Mariúpol, con 450 000 habitantes, era la segunda ciudad más importante de la república después de Donetsk. En junio del mismo año los militares ucranianos recuperaron el control de la ciudad, mientras que en sus suburbios orientales continuaban las hostilidades.
Después de repetidas peticiones sin respuestas de Rusia para una vía diplomática que zanjara la elevada tensión con Occidente por Ucrania, el presidente ruso Vladímir Putin lanzó el 24 de febrero “una operación militar especial” en el este de Ucrania para defender a los ciudadanos de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, cuyas autoridades habían solicitado a Moscú ayuda para repeler las agresiones del Gobierno de Kiev y evitar una catástrofe humanitaria.
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