• Los agentes del Servicio Federal de Seguridad (FSB, por sus siglas en ruso) de Rusia.
Publicada: sábado, 17 de abril de 2021 7:17
Actualizada: sábado, 17 de abril de 2021 10:06

El cónsul de Ucrania en San Petersburgo fue detenido al recibir información secreta de un ciudadano ruso, según reporta el Servicio Federal de Seguridad de Rusia.

El Servicio Federal de Seguridad (FSB, por sus siglas en ruso) ha anunciado este sábado, mediante un comunicado, de la detención del cónsul de Ucrania en San Petersburgo, Alexandr Sosoniuk, por recibir un dossier de información de carácter clasificada de un ciudadano ruso.

El 16 de abril de 2021, el Servicio Federal de Seguridad de la Federación de Rusia en la ciudad de San Petersburgo [situada en el noroeste del territorio ruso] detuvo al cónsul del Consulado General de Ucrania en la ciudad de San Petersburgo, Alexander Sosoniuk, durante su reunión con un ciudadano ruso, en la cual [el cónsul] recibió una información secreta de las bases de datos de las fuerzas del orden y el FSB de Rusia”, señala la nota ofrecida a los medios de comunicación local.

El texto agrega que la actividad del detenido “es incompatible con el estatus de un funcionario diplomático y tiene un claro carácter hostil hacia la Federación de Rusia”.

Además, explica que las autoridades del FSB se reservan el derecho a tomar todas las medidas necesarias de acuerdo con el derecho internacional para salvaguardar los intereses nacionales del país euroasiático.

 

La detención del alto representante diplomático de Ucrania en Rusia va a incidir, en cierta medida, en la escalada de tensiones reavivada entre ambos países luego de que las tropas ucranianas y de sus aliados occidentales, liderados por EE.UU., hayan ido desplazando en los últimos día, bajo el paraguas de las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), a las fronteras orientales del territorio ucraniano, muy cerca de Rusia.

¿A qué se debe la escalada de tensiones entre Moscú y Kiev?

Las relaciones entre Moscú y Kiev se han ido deteriorando, en particular, desde que la península de Crimea se reincorporara a Rusia tras la celebración de un referéndum en marzo de 2014, en el que más del 96 % de los crimeos votó a favor de la adhesión de su territorio a la Federación Rusa.

Últimamente, Ucrania, con el apoyo de la Alianza Atlántica, se ve más involucrada que nunca en una campaña bélica contra los grupos separatistas prorruras de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk. Kiev acusa a Kremlin de incitar a los aludidos grupos soberanistas, mientras que Moscú rechaza las imputaciones. 

Rusia cree que el Occidente, principlamente Washington, azuza a su vecino occidental hacia un conflicto con los separatistas y de esta menara buscan desestabilizar las fronteras rusas, y esto por ensombrecer las victorias obtenidas por Rusia, sobre todo en la lucha contra la pandemia de coronavirus.

Frente al aumento en el número de efectivos de la Alianza Atlántica registrado recientemente cerca de su flanco occidental, Moscú ha desplegado a sus fuerzas y equipamientos militares en esta área a modo de medida de disuasión ante posibles provocaciones que pudieran darse de manos de los efectivos de la OTAN. 

krd/mrg