“Ciertamente, prestamos una atención especial a las nuevas circunstancias que surgieron en relación con el retiro de tropas anunciado por Estados Unidos”, ha dicho Lavrov, después de una reunión mantenida con su par turco, Mevlut Cavusoglu, en Moscú, capital rusa.
Y, de hecho, ha informado de que Turquía y Rusia han alcanzado “un acuerdo sobre cómo los representantes militares de Rusia y Turquía continuarán coordinando sus pasos sobre el terreno bajo nuevas condiciones con el fin de erradicar finalmente las amenazas terroristas en Siria”.
Según ha citado la agencia rusa de noticias Interfax, Lavrov ha subrayado que las partes también han decidido aplicar medidas para implementar los acuerdos establecidos en el marco de las negociaciones de Astana, capital kazaja, para combatir el terrorismo, solucionar cuestiones humanitarias y crear condiciones para el regreso de los refugiados sirios.
Moscú y Ankara insisten en que el nuevo acuerdo debe aplicarse en cumplimiento estricto de la resolución 2254 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), que aboga por la respetar la soberanía, independencia e integridad territorial de Siria, ha explicado el ministro ruso de Exteriores.
[Turquía y Rusia han alcanzado] un acuerdo sobre cómo los representantes militares de Rusia y Turquía continuarán coordinando sus pasos sobre el terreno bajo nuevas condiciones [la salida de las tropas estadounidenses de Siria] con el fin de erradicar finalmente las amenazas terroristas en Siria”, dice el canciller ruso, Serguéi Lavrov.
El jefe de la Diplomacia rusa ha señalado que ambos países tienen una posición común para resolver los problemas en Siria. “Hemos expresado nuestra disposición y determinación para seguir los esfuerzos” con el objetivo de eliminar la presencia de los grupos terroristas en Siria, explica.
Por su parte, el canciller turco, según la agencia turca Anadolu, confirma que los dos países persiguen un mismo objetivo: acabar con las bandas takfiríes en Siria, y por ello asegura que Turquía seguirá cooperando estrechamente con Rusia e Irán para solucionar los problemas en Siria y en la región del Oriente Medio.
Tras cuatro años desoyendo las protestas del Gobierno de Damasco por la presencia ilegal de tropas estadounidenses en Siria, la Administración de Donald Trump anunció el 19 de diciembre el plan para retirar a sus más de 2000 soldados desplegados en territorio sirio, alegando que la misión de EE.UU. en el país árabe ha cumplido su cometido.
En todo caso, según gran parte de los analistas y políticos, la salida de EE.UU. de Siria supone una gran victoria para el Eje de la Resistencia en la región y refuerza la legitimidad política del presidente sirio, Bashar al-Asad, quien, de hecho, consideraba “ilegal” la presencia de dichas fuerzas en su suelo.
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