• Las imágenes del lugar del supuesto impacto de bombas soviéticas KHAB-250 que HRW alega fueron empleadas en el ataque químico de Jan Sheijun, en Siria.
Publicada: martes, 2 de mayo de 2017 18:18

La Defensa rusa desmiente que en el supuesto ataque químico de Jan Sheijun se usaran bombas soviéticas, ya que tales municiones se desecharon en los años 60.

El Ministerio de Defensa de Rusia ha desmentido este martes, de forma categórica, la información presentada por la organización pro derechos humanos Human Rights Watch (HRW), con sede en Nueva York, el lunes, según la cual en el supuesto ataque con armas químicas ocurrido el pasado 4 de abril en la provincia siria de Idlib se emplearon bombas de fabricación soviética.

“Las municiones soviéticas KHAB-250 nunca fueron exportadas fuera de la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviética), y todas y cada una de ellas fueron desechadas ya en los años 60 del siglo pasado”, ha anunciado el portavoz de la citada Cartera, Igor Konashenkov.

Las municiones soviéticas KHAB-250 nunca fueron exportadas fuera de la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviética), y todas y cada una de ellas fueron desechadas ya en los años 60 del siglo pasado”, ha anunciado el portavoz del Ministerio ruso de Defensa, Igor Konashenkov.

En este sentido, el portavoz ha subrayado el hecho de que la principal prueba presentada por la aludida ONG fuera la imagen de un molde de una bomba KHAB-250 expuesta en el Museo de las Fuerzas Armadas en Moscú, capital rusa.

Por ello, no ha dudado en calificar de rocambolesco este episodio, que una vez más demuestra la animosidad del Occidente hacia Rusia, pero en esta ocasión de la mano de HRW.

Asimismo, Konashenkov ha explicado que las mencionadas municiones nunca fueron cargadas con sarín, un gas supuestamente usado en el ataque en Jan Sheijun. 

 

A ello se une el hecho de que las KHAB-250 eran explotadas en el aire a una distancia de entre 30 y 700 metros de la superficie, por lo que no podían dejar un cráter como el que se ve en las fotos obtenidas en la ciudad siria.

Para concluir, el alto funcionario ruso ha señalado que solo la llegada de una misión especial de expertos imparciales podrá esclarecer los hechos ocurridos de una manera objetiva.

Desde el principio, el Kremlin ha sostenido que desde el Occidente no han presentado evidencias, a excepción de dos vídeos, sobre el supuesto ataque químico de Idlib. Además, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, mantiene que existen dos interpretaciones de lo que sucedió realmente en dicha localidad.

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