“Consideramos ilegal el arresto del ciudadano ruso, ya que prácticamente fue secuestrado en el territorio de un tercer país”, ha denunciado este viernes la misión diplomática rusa en Washington, capital estadounidense, en un comunicado.
De esa manera, Moscú ha expresado su desacuerdo con el fallo emitido este mismo viernes contra el informático ruso Román Selezniov, a quien Estados Unidos acusa de haber cometido fraude cibernético.
Consideramos ilegal el arresto del ciudadano ruso, ya que prácticamente fue secuestrado en el territorio de un tercer país”, ha denunciado este viernes la misión diplomática rusa en Washington en un comunicado.
Selezniov ha sido condenado a 27 años de prisión por un tribunal de la ciudad de Seattle (noroeste de EE.UU.) por presuntamente haber robado los datos de 1,7 millones de tarjetas bancarias y haber vendido algunos de ellos a estafadores. De acuerdo con The Seattle Times, la Fiscalía exigía una sentencia de 30 años, pero su abogado tachó de "completamente inapropiada" tal pena.
Selezniov se ha declarado culpable del robo de tarjetas de crédito tanto a empresas como a particulares por un monto aproximado de 170 millones de dólares y ha prometido “pagar la deuda que tiene con sus víctimas y la sociedad”.
Russian cyber criminal giant Roman Seleznev sentenced 27 years this morning in #Seattle fed court for hacking & credit card fraud schemes. pic.twitter.com/P6U77KdVYv
— KIRO 7 Jussero (@JJusseroKIRO7) April 21, 2017
No obstante, ha denunciado que la sentencia de la corte federal de Seattle de ninguna forma corresponde al delito que cometió: “La decisión de hoy del Gobierno de Estados Unidos muestra claramente a todo el mundo que soy un preso político y una herramienta para el Gobierno".
El hacker ha pedido ayuda al Kremlin, puesto que considera que las autoridades norteamericanas planean enviar un mensaje a la comunidad internacional y usarle "como una pieza de ajedrez".
Selezniov, hijo de un diputado de la Cámara Baja del Parlamento de Rusia (Duma), fue detenido por agentes del servicio secreto estadounidense el 5 de julio de 2014 en el aeropuerto de Malé, la capital de las islas Maldivas y fue trasladado primero al atolón de Guam y luego a la ciudad de Seattle.
El caso provocó que Rusia incluyera en su lista de personas sancionadas a cuatro empleados del Ministerio de Justicia de EE.UU. en 2015.
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