Tras casi cien días en el poder a sus espaldas, Emmanuel Macron ha visto cómo el número de franceses que declaran confiar en él ha caído al 40 por ciento, frente al 62 por ciento que lo hacía cuando comenzó su mandato en mayo, según los últimos sondeos.
Los analistas políticos han destacado también el daño a la imagen del presidente que supuso el conflicto abierto con los militares a causa de los recortes, una disputa que se saldó con la dimisión del jefe del Estado Mayor. La bajada de las ayudas al alquiler y la dimisión forzada de algunos de sus ministros, pocas semanas después de su elección, han contribuido también al desgaste de Macron.
Desde el inicio de la presidencia, Macron ha intentado destacar su buena imagen a nivel internacional para dialogar con líderes extranjeros como el presidente ruso, Vladimir Putin, o su homólogo estadounidense, Donald Trump.
La vuelta a la vida política en septiembre se prevé complicada para Macron. El proyecto de reforma de la ley laboral debería ser presentado el 31 de agosto, y el sindicato CGT ya ha convocado una huelga en septiembre. Esta y otras medidas podrían hacer que una parte de los franceses pierdan la confianza en el presidente.
David Asta, París.
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