Con dedicación Luis Lagos construyó esta locomotora y en ella una imagen del actual presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, para el asemeja que la ruta del país es decidida por Hernández; pero en sus propias palabras dice ser la ruta equivocada.
Otros de los personajes escogidos este año es el expresidente hondureño Rafael Leonardo Callejas, extraditado a los Estados Unidos por corrupción en el interior de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA).
En las afueras de la capital, Tegucigalpa, varios artesanos se encargan de elaborar los muñecos, los colocan a las orillas de la carretera para que todo conductor los vea.
Estas figuras representas a personajes políticos que han participado o han sido inmiscuidos en escándalos o actos de corrupción en el país, en una tradición que se ha mantenido por cientos de años en todo el territorio nacional.
También en los barrios de Tegucigalpa impera la creatividad, uno de estos muñecos se pasea por las calles pidiendo justicia.
Una tradición que podría ser incomprendida en otros países es motivo de celebración y herramienta de protesta en Honduras.
Dassaev Aguilar, Tegucigalpa.
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