• El comandante en jefe del CGRI de Irán, el general de división Mohamad Pakpur.
Publicada: sábado, 22 de noviembre de 2025 2:41

El jefe del Cuerpo de Guardianes de Irán asegura que Basich es un motor de poder nacional y una fuerza capaz de modificar constantemente los cálculos del enemigo.

En un mensaje con motivo de la Semana de la Fuerza de Resistencia Popular de Irán (Basich), el comandante en jefe del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el general de división Mohamad Pakpur, felicitó al pueblo y a los miembros de esta fuerza voluntaria, destacando la trascendencia de la decisión histórica del fundador de la República Islámica de Irán, el Imam Jomeini de instituirla. Según señaló, este legado perdurable se creó para salvaguardar a la nación iraní frente a amenazas y conspiraciones externas.

En este contexto, subrayó que Basich, es un “árbol puro” y una herencia eterna del Imam Jomeini, que continúa hoy bajo la guía del Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, para responder con firmeza y sin vacilaciones a cualquier tipo de amenaza.

Pakpur destacó que Basich representa una fórmula para construir poder, vencer bloqueos y satisfacer de manera sincera, inteligente y comprometida las necesidades cambiantes de la sociedad y de la Revolución, consolidándose como un discurso vivo, dinámico y bendito en el corazón del pueblo iraní.

 

Asimismo, destacó que Basich constituye “la esperanza de la nación, garante de la seguridad y de la autoridad nacional, y motor de avance de la Segunda Etapa de la Revolución” al poner de relieve que esta fuerza popular allana el camino hacia “un Irán más fuerte”.

Pakpur aseveró que, a lo largo de los últimos 46 años, Basich ha desempeñado un papel esencial y decisivo junto a las Fuerzas Armadas y las instituciones de inteligencia, seguridad, científicas, culturales y económicas del país, un compromiso que —según afirmó— continúa con honor y determinación.

El jefe militar recordó que la presencia y función de Basich se manifiestan en todos los niveles de la sociedad: desde mezquitas y barrios hasta todos los sectores sociales, incluidos trabajadores, campesinos, estudiantes y profesores, artistas y deportistas, médicos y enfermeras, así como escolares y docentes. Según Pakpur, esta amplitud refleja la verdadera naturaleza de un movimiento profundamente arraigado en el tejido social de Irán.

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