“Irán no cederá a las presiones ni renunciará sus derechos inherentes y legítimos en virtud del TNP [el Tratado de No Proliferación Nuclear] y el derecho internacional”, ha destacado este lunes el jefe de la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI), Mohamad Eslami, al dirigirse a la 69.ª sesión ordinaria de la conferencia general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), en Viena (Austria).
Ha pedido a los miembros que condenen los ataques a las instalaciones nucleares de Irán, aborden las legítimas preocupaciones de seguridad de Irán y restablezcan la integridad y neutralidad la Agencia.
Ha descrito los recientes ataques del régimen israelí y de Estados Unidos a las instalaciones nucleares de Irán como una flagrante violación del derecho internacional, la Carta de las Naciones Unidas y el Estatuto de la Agencia.
De acuerdo con las palabras de Eslami, “estas acciones sin precedentes están dirigidas tanto contra Irán como contra la credibilidad de la Agencia y del sistema de salvaguardias”.
En otra parte de sus declaraciones, el funcionario persa ha afirmado que la Agencia y el Consejo de Seguridad de la ONU no pudieron responder con decisión debido a la presión estadounidense, lo que planteó serias dudas sobre la credibilidad de las salvaguardias.
Refiriéndose a la amplia cooperación de Irán con la Agencia y a la ausencia de cualquier prueba de desvío nuclear, ha criticado el silencio de la Agencia ante los ataques contra el país persa y ha resaltado que la suspensión de las inspecciones y las actividades de verificación son consecuencias del uso ilegal de la fuerza contra las instalaciones nucleares de Irán por parte de Estados Unidos e Israel.
Ha reiterado que Irán sigue siendo miembro del TNP y continuará su compromiso con la Agencia bajo nuevos acuerdos, al tiempo que aborda las preocupaciones de seguridad.
Ha recordado además los incumplimientos del Plan Integral de Acción Conjunta (PAIC o JCPOA, por sus siglas en inglés) por parte de las partes occidentales y se opuso firmemente a la activación ilegal e infundada del llamado mecanismo de “reinicio rápido” conocido como Snapback por parte de tres países europeos, pidiendo el fin de la Resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU según su cronograma previsto para el 18 de octubre de 2025.
Ha confirmado que si bien Irán cree en las soluciones diplomáticas y políticas, no cederá a presiones políticas, psicológicas ni militares, asegurando que la honorable nación iraní está decidida y unida para hacer valer sus derechos. “Irán no cederá a las presiones y preservará sus derechos nucleares”, ha ratificado.
En otro momento de su discurso, ha expresado su agradecimiento a los países que han apoyado a Irán en la defensa de la Carta de las Naciones Unidas y los principios internacionales y pidió la condena formal de los ataques a las instalaciones nucleares de Irán.
Al anunciar que Irán presentó un proyecto de resolución condenando los ataques a sus instalaciones nucleares, ha declarado que este proyecto se basa plenamente en la protección de la misión de la Agencia, en pleno cumplimiento de su Estatuto, y se adhiere a los principios fundamentales del derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas.
“Considerando las posturas profesionales y de principios adoptadas por muchos Estados miembros independientes de la Agencia, esperamos que la Conferencia General de la AIEA, que representa la voluntad colectiva de todos los Estados miembros, tome las medidas adecuadas en respuesta a estos ataques ilegales a instalaciones nucleares”, ha agregado.
En otro fragmento de su alocución, ha remarcado que “es responsabilidad de la Conferencia resistir cualquier intento de normalizar o incluso legitimar esos ataques ilegales y defender firmemente los principios fundamentales compartidos de la comunidad internacional, así como la misión estatutaria de la Agencia”.
En este sentido, ha instado a los Estados miembros a oponerse y condenar las recientes amenazas de Estados Unidos en este sentido, la presión política sobre los países y la instrumentalización de la Agencia por diversos medios, incluida la presión presupuestaria.
El régimen de Israel lanzó el 13 de junio un ataque sin motivo contra Irán, asesinando a 1069 personas, entre ellas altos mandos militares, científicos nucleares y civiles. Menos de diez días después, Estados Unidos entró oficialmente en la guerra bombardeando tres instalaciones nucleares con fines pacíficos, protegidas por la AIEA, en clara violación de la Carta de las Naciones Unidas y el Tratado de No Proliferación (TNP) Nuclear.
Irán respondió la agresión con fuerza lanzando cientos de misiles balísticos y drones contra objetivos estratégicos israelíes en los territorios ocupados en el marco de la operación sin precedentes ‘Verdadera Promesa III’, y un ataque de represalia contra la mayor base estadounidense en la región, lo que logró detener el asalto ilegal e imponer un alto el fuego a los agresores el 24 de junio.
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