Ali Baqeri Kani dijo que la presencia de Estados Unidos en Afganistán era fuente de inestabilidad e inseguridad y exacerbaba la amenaza del terrorismo y el cultivo de narcóticos en el país devastado por la guerra.
A juicio del viceministro de Asuntos Exteriores iraní, las organizaciones internacionales en Afganistán deberían dar prioridad a garantizar los intereses del pueblo afgano, mejorar sus condiciones de vida y bienestar y garantizar la seguridad del país.
Baqeri Kani hizo estas declaraciones el domingo en una reunión en Teherán con Roza Isakovna Otunbayeva, representante especial del secretario general de las Naciones Unidas para Afganistán.
En efecto, el titular persa hizo hincapié en que las Naciones Unidas y las organizaciones internacionales deben centrarse en promover la paz, la seguridad y el bienestar en Afganistán.
En concreto, señaló que las Naciones Unidas deben desempeñar un papel constructivo en el establecimiento de la paz y la estabilidad en Afganistán.
Otunbayeva, por su parte, destacó la complejidad de los problemas en Afganistán y la multiplicidad de actores, enfatizando la necesidad de coordinar las posiciones de los países regionales y extrarregionales para ayudar a promover el desarrollo y la estabilidad del país.
Pidió la ayuda de Irán para fortalecer la cooperación constructiva entre los países regionales y extrarregionales e interactuar con el gobierno de facto de Kabul.
Estados Unidos invadió Afganistán en 2001 bajo el lema de la “guerra contra el terrorismo”. La invasión que derrocó a los talibanes fue seguida por la muerte de cientos de miles de civiles afganos y el desplazamiento de millones de otros.
Los talibanes regresaron al poder en agosto de 2021 después de lograr amplios avances en todo el país, desencadenados por la caótica retirada de las fuerzas extranjeras lideradas por Estados Unidos, así como por el rápido colapso de las fuerzas de seguridad del país centroasiático.
Tras la toma del poder por los talibanes, EE.UU. y sus aliados cortaron de inmediato el acceso de Afganistán a la ayuda internacional y congelaron los activos pertenecientes al banco central afgano.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) hicieron lo mismo, acentuando la crisis humanitaria en Afganistán y provocando una nueva ola de refugiados.
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