El presidente del Poder Judicial de Irán, Qolam Hosein Mohseni Eyei, hizo hincapié el domingo en la necesidad de “actuar con decisión y sin clemencia contra los principales instigadores de los disturbios”.
Conforme recalcó Eyei, el Poder Judicial de Irán, junto a otros entes como las fuerzas del Comando Disciplinario de la República Islámica (Faraja, por sus siglas en persa), “nunca permitirá que el proceso de la vida cotidiana del pueblo y los ciudadanos se convierta en juguete de elementos perturbadores y alborotadores”.
Elogió el desempeño de las fuerzas del Faraja para garantizar la seguridad de la gente y sus propiedades ante los elementos responsables de los escenarios violentos durante los recientes disturbios.
“Las fuerzas del Faraja, como protectores de la seguridad del pueblo, fueron objeto de la mayoría de los ataques de los enemigos y sus seguidores, pero estos ataques y la difusión de mentiras no causaron la menor perturbación en su voluntad”, subrayó.
En los últimos días, alborotadores se han aprovechado de la muerte de la joven Mahsa Amini, de 22 años —acaecida en un hospital días después de que fuera detenida por la Policía de la moral de Irán— para atentar contra el orden público, provocando disturbios, incendios en varias mezquitas, agresión contra las fuerzas de seguridad y destrozos parciales y totales en propiedades públicas y privadas.
Una fuente de seguridad bien informada, citada el sábado por la agencia local de noticias Tasnim, informó que, con la vigilancia de los servicios de seguridad y la cooperación del pueblo, fueron identificados cerca de 1200 instigadores de los disturbios.
El fiscal de la provincia de Mazandarán (norte de Irán), Seyed Mohamad Karimi, anunció el sábado que, gracias a precisos informes de inteligencia, las fuerzas de seguridad arrestaron a varios integrantes de Deash y miembros de Komola, un grupúsculo hostil a la República Islámica radicado en el Kurdistán iraquí, en los recientes disturbios en la referida localidad.
Decididas a proteger al pueblo, las autoridades iraníes han advertido una y otra vez que a los alborotadores les esperan fuertes castigos.
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