Según estadísticas de dominio público, durante el segundo mandato de Donald Trump en la Casa Blanca, los estadounidenses enfrentan escasez y dificultades económicas. Además, las medidas gubernamentales de control social han alterado la vida cotidiana de comunidades enteras. En este contexto, el presidente busca “vender” una guerra al público; su nuevo objetivo es Venezuela.
A través de su aparato mediático, el poder corporativo actúa como portavoz de las intenciones de Trump de continuar los ataques contra pescadores venezolanos, mientras se incrementa la presencia naval, militar y aérea en el Caribe, el mayor despliegue de fuerzas conjuntas en décadas. Sin embargo, la mayoría de la ciudadanía estadounidense está más preocupada por llegar a fin de mes, y los aventurismos bélicos del mandatario resultan irrelevantes para ellos.
Decenas de incursiones al margen del derecho internacional, el asesinato de más de 80 personas inocentes y la realización de operaciones clandestinas son solo algunos elementos del manual de Washington contra Venezuela. Según activistas, el verdadero objetivo de Trump es apropiarse de los recursos del país.
Marcelo Ali Sánchez, Washington.
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