El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Said Jatibzade, dijo el lunes en su cuenta oficial de Twitter que la República Islámica observa minuciosamente el conflicto de Nagorno Karabaj y se mantiene en contacto con todas las partes implicadas en la disputa.
El diplomático persa instó a las partes en pugna a “respetar las leyes de la guerra y evitar apuntar a civiles”.
“Pedimos un cese el fuego inmediato, respeto por la integridad territorial de Azerbaiyán y el inicio de conversaciones políticas con plazos determinados”, subrayó Jatibzade.
Decenas de personas han perdido la vida desde el reavivamiento del conflicto el 27 de septiembre pasado entre Armenia y Azerbaiyán en Nagorno Karabaj. Se trata de la mayor escalada de tensión entre ambos vecinos en los últimos 30 años.
Irán, país vecino de Armenia y Azerbaiyán, ha invitado a Bakú y Ereván a la moderación, el diálogo, y el cese inmediato de los ataques. Ha expresado, asimismo, su disposición para mediar en este asunto y ha advertido que “la alarmante violencia” amenaza la estabilidad regional.
El vocero de la Diplomacia iraní anunció el lunes en una rueda de prensa en Teherán que la República Islámica “ha preparado un plan que se llevará a cabo en consulta con ambas partes, los gobiernos de la región y los vecinos” para resolver el prolongado conflicto por vía diplomática.
Azerbaiyán y Armenia viven enemistados desde el inicio del conflicto Nagorno Karabaj, en 1988, cuando este enclave, con apoyo del Gobierno armenio, decidió independizarse de la entonces República Socialista Soviética de Azerbaiyán. En 1994, un alto el fuego puso fin a la crisis, pero no resolvió el problema, por lo que, desde entonces, es frecuente que se registren escaramuzas en la frontera.
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