“Piensan que pueden llevarnos a la mesa de diálogos aplicando una presión máxima. Todo el objetivo de EE.UU. es llevar al Gobierno a la mesa de negociación desde una posición de debilidad (…) Esto es imposible”, ha señalado este domingo el mandatario persa.
Durante una rueda de prensa con medios nacionales e internacionales celebrada en Teherán (capital persa), Rohani ha aseverado que los enemigos de la República Islámica no podrán llegar a sus objetivos mediante presiones.
“Las sanciones no darán resultado alguno”, ha celebrado, antes de alabar al pueblo persa por resistir ante las presiones de los enemigos y, sobre todo, en estos momentos difíciles que atraviesa el país persa en base a la economía libre de petróleo.
En otro momento de sus declaraciones, Rohani ha recordado que, por presiones del régimen israelí y ciertos regímenes reaccionarios de la región, EE.UU. impuso duras sanciones contra Irán, pues creía que el país persa se rendiría en unos meses y se sentaría a la mesa de diálogos.
No obstante, ha proseguido, la llamada política de máxima presión de los enemigos de la República Islámica ha fracasado, ya que Irán siempre actúa en función de sus intereses nacionales, ha remarcado.
Entretanto, el jefe del Ejecutivo persa ha subrayado que Irán solo dialogará con EE.UU. en el marco del Grupo 5+1 y una vez que Washington ponga fin a sus sanciones, si no, no habrá posibilidad alguna de negociación, ha apostillado.
Las autoridades persas han descartado en varias ocasiones la posibilidad de mantener conversaciones con EE.UU. debido a que Washington “no abandona su hostilidad” hacia Teherán, enfatizando que el país norteamericano ya ha demostrado no ser un interlocutor fiable.
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