“Sin duda, un plan en el cual no tiene presencia el pueblo palestino, como parte principal, no tiene legitimidad. El plan plantea un archipiélago bajo el control del régimen sionista y no de Palestina. Viola todos los compromisos y resoluciones internacionales al reconocer abiertamente todas las regiones recientemente ocupadas [por Israel]”, denunció el lunes el portavoz del Gobierno iraní, Ali Rabiei.
El funcionario aseveró que el objetivo de este plan de paz “falso” es garantizar la estabilidad del régimen de Israel y presionar a los países de la región del oeste de Asia.
“La Administración de Estados Unidos demostró una vez más que las grandes potencias no reconocen el derecho de los oprimidos y están a favor de la ocupación”, agregó.
Rabiei dejó en claro que Palestina pertenece al pueblo palestino y que nadie tiene derecho a decidir sobre el destino, la frontera o tipo de gobierno de Palestina.
En este sentido, hizo hincapié en que cualquier tipo de negociación, guerra, paz o plan para quitar este derecho al pueblo palestino será una desgracia para la historia y para los Estados que reclaman por la democracia y los derechos humanos.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, desveló el pasado martes su controvertido plan de paz, conocido como el ‘acuerdo del siglo’, que supuestamente busca zanjar el conflicto palestino-israelí, pero, en realidad, pretende liquidar la causa palestina, pues ignora todos los derechos de este pueblo.
Según dicho plan, la ciudad palestina de Al-Quds (Jerusalén) se convertiría en “capital indivisible” de Israel. Además, reconoce la soberanía de Israel sobre el Valle del Jordán y sobre los asentamientos ilegales en la ocupada Cisjordania, y para más inri impide el retorno de los refugiados palestinos a los territorios ocupados y exige un Estado palestino desmilitarizado.
El futuro medio Estado palestino previsto por la Administración Trump en dicho plan consistiría en una especie de archipiélago rodeado completamente por Israel, sin ninguna frontera con el exterior o control sobre su espacio aéreo y sin derecho a un Ejército para defenderse. Tampoco tendrá bases geográficas para una economía viable, ni libertad de movimiento, ni prerrogativas para presentar denuncias ante organizaciones internacionales contra el régimen de Israel o EE.UU.
Este plan ha desatado una ola de condenas tanto a nivel internacional como entre los palestinos, que ya piensan en organizar una “Intifada (levantamiento) integral” y acabar con la ocupación de sus territorios por el régimen israelí.
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