“Bajo esta visión, Al-Quds (Jerusalén) seguirá siendo la capital indivisible de Israel”, así lo ha resaltado Trump en una rueda de prensa junto al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. “Esto no es importante, porque ya lo hice para ustedes”, ha agregado, en referencia a su reconocimiento de la ciudad ocupada como capital de Israel en 2017.
El magnate republicano ha informado que EE.UU. e Israel crearán un comité para implementar su llamado plan de paz para Oriente Medio, además de anunciar que los palestinos tendrán una capital en el este de Al-Quds.
El inquilino de la Casa Blanca ha elogiado los servicios que ha brindado al régimen israelí desde el traslado de la embajada de EE.UU. a Al-Quds hasta el reconocimiento de la soberanía israelí sobre los altos sirios del Golán, y ha ratificado su decisión de considerar a Al-Quds la capital “indiscutible” del régimen de Israel.
Asimismo, ha propuesto congelar cuatro años el desarrollo de los asentamientos ilegales israelíes en la zona que ha previsto para que sea el Estado palestino y ha dicho que el régimen de “Israel respetará el papel histórico de la Mezquita Al-Aqsa”.
En otra parte de sus declaraciones, Trump ha aseverado que, con su iniciativa, busca detener a los movimientos de la Resistencia palestina, como el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS).
Después de que Trump declarara a Al-Quds como capital de Israel, Washington trasladó en mayo de 2018 su embajada de Tel Aviv (oeste de la Palestina ocupada) a la referida urbe. Tras la materialización de esta medida, la dirección palestina interrumpió todo tipo de contactos oficiales con la Administración estadounidense.
El pasado viernes, el primer ministro del régimen israelí destacó que Trump “está buscando darle a Israel la paz y la seguridad que se merece”, en alusión al ‘acuerdo del siglo’, y añadió que aceptaría con gusto la invitación del presidente de EE.UU. a promover esta meta.
mrp/anz/myd/mkh