• El Imam del rezo de este viernes en Teherán, el ayatolá Mohamad Emami Kashani, 1 de febrero de 2019. (Foto: IRNA)
Publicada: viernes, 1 de febrero de 2019 11:21
Actualizada: sábado, 2 de febrero de 2019 3:49

El Imam del rezo de este viernes en Teherán, el ayatolá Mohamad Emami Kashani, asegura que hoy EE.UU. ha sido derrotado por sus crímenes.

“Hoy en día, EE.UU. ha sido derrotado por todos los crímenes que está cometiendo”, ha resaltado el ayatolá Emami Kashani, para añadir que esto se logró gracias a los directrices del Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei.

En este contexto, ha asegurado que si no fuera por el levantamiento del Imam Jomeini (la paz sea con él), hoy Irán habría sido un país peor que Arabia Saudí —regida por la familia Al Saud— y al servicio de Estados Unidos y el régimen de Israel.

Asimismo, ha señalado que la actual situación del Oriente Medio es por culpa de los enemigos del Islam, encabezados por el régimen de Tel Aviv y Estados Unidos, usando el dinero y la riqueza del pueblo saudí, que está en manos de Al Saud.

Hoy en día, EE.UU. ha sido derrotado por todos los crímenes que está cometiendo”, ha resaltado el Imam del rezo de este viernes en Teherán, el ayatolá Mohamad Emami Kashani.

 

En este sentido, el ayatolá Mohamad Emami Kashani ha asegurado que este “triángulo del mal” se asfixiará en sus propias maldades.

Además, el clérigo iraní ha subrayado que en el caso de que los iraníes continúen el camino del fundador de la República Islámica, el Imam Jomeini, podrán arrodillar a los enemigos del país persa.

Ha convocado al pueblo iraní para asistir de manera multitudinaria a las manifestaciones que se celebrarán en el 40.º aniversario de la victoria de la Revolución Islámica (11 de febrero de 1979).

El pueblo iraní ha comenzado hoy viernes las ceremonias oficiales del triunfo de la Revolución Islámica, que empieza con el regreso del exilio del Imam Jomeini (P) hasta la victoria definitiva. Este periodo se denomina ‘Daheye Fajr’ o ‘Década del Alba’.

Su vuelta a Irán animó al pueblo a intensificar su lucha revolucionaria de manera que diez días después, el 11 de febrero, se logró la caída del régimen monárquico de Pahlaví y la victoria de la Revolución Islámica de Irán.

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