Así lo declaró el nuevo embajador de Irán en Londres, capital británica, Hamid Baidineyad, en su intervención el martes en una reunión con varios diputados del Parlamento británico que abordaba las “Relaciones entre la República Islámica de Irán y Arabia Saudí”.
“En caso de que los saudíes admitan las realidades existentes, entre ellas el papel regional de Irán, no sólo podrían solventarse las actuales tensiones (entre Teherán y Riad), sino que se puede aprovechar las capacidades políticas de ambos Estados para contribuir a la restauración de la paz y la seguridad en la región”, subrayó el recién designado embajador iraní en Londres.
En caso de que los saudíes admitan las realidades existentes, entre ellos el papel regional de Irán, no sólo podrían solventarse las actuales tensiones (entre Teherán y Riad), sino que se puede aprovechar las capacidades políticas de ambos Estados para contribuir a la restauración de la paz y la seguridad en la región”, subrayó el nuevo embajador de Irán en Londres, capital británica, Hamid Baidineyad.
El origen de los constantes errores cometidos por la monarquía saudí en su política exterior es su insistencia en negar las realidades geopolíticas en Oriente Medio, y sus políticas hostiles hacia la República Islámica. “En lugar de reconocer el gran peso de Irán en la zona, los saudíes han obligado a todos sus aliados a optar entre Irán y Arabia Saudí”, denunció.
Mientras tal situación persiste, “no habrá una perspectiva clara de cooperaciones en materia de seguridad en la región”, escribió Baidineyad en su cuenta de Twitter al final de la reunión.
Las relaciones entre Irán y Arabia Saudí empeoraron tras el mortífero agolpamiento ocurrido el 24 de septiembre de 2015 en Mina, cerca de La Meca, en el que miles de peregrinos perdieron la vida. Irán, con más de 460 víctimas, fue uno de los mayores afectados por la catástrofe, sobre la que Riad hasta ahora no ha abierto una investigación.
La situación entre los dos países empeoró cuando en enero del presente año Arabia Saudí anunció la ruptura de sus relaciones con Irán, tras las fuertes críticas de la nación iraní por la ejecución del prominente clérigo chií, el sheij Nimr Baqer al-Nimr, por parte del país árabe.
Irán es uno de los mayores opositores a la política de Riad respecto a los países de la región, como la agresión saudí al pueblo yemení y su apoyo explícito a los grupos armados activos en Irak y Siria, entre otros.
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