Así lo manifestó el viernes el representante de Irán ante la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ), Alireza Yahanguiri, durante su discurso en la 83ª Reunión del Consejo Ejecutivo de este organismo en La Haya (Países Bajos).
De igual manera, consideró el uso de las armas químicas por parte de los grupos terroristas como una amenaza contra la paz y la seguridad internacional, de ahí que instó a los países miembros de la OPAQ a evitar cualquier tipo de apoyo a los terroristas.
El representante persa subrayó la importancia de la destrucción total de las reservas de armas químicas y, además, pidió a los países poseedores de tales municiones que cumplan sus compromisos en el marco de la Convención sobre las Armas Químicas (CAQ). Al mismo tiempo, solicitó a los Estados no miembros de CAQ que se unan lo más pronto posible y sin condición alguna a esta convención.
Yahanguiri también afirmó que resulta imprescindible realizar colaboraciones internacionales para transferir la tecnología de los productos químicos con fines pacíficos, expresando su preocupación por los obstáculos creados en este campo.
Al destacar los avances logrados en la destrucción de las armas químicas de Siria, gracias a la cooperación del Gobierno de Damasco con el referido ente, demandó a la comunidad internacional evitar la politización de este tema.
El Gobierno de Damasco, con el fin de evitar que EE.UU. usara las acusaciones del uso de armas químicas por parte del Ejército sirio como posible excusa para intervenir militarmente en ese país árabe, aceptó en septiembre de 2013 la iniciativa rusa de poner su arsenal de armas químicas bajo “control internacional” para su posterior destrucción.
Además, en diciembre de 2013, Siria solicitó voluntariamente su adhesión a la Convención sobre las Armas Químicas, hecho que convirtió al país árabe en el Estado miembro número 190 de la OPAQ.
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