Médicos palestinos dijeron el lunes que más de 40 personas resultaron heridas por proyectiles de tanques israelíes que alcanzaron un centro de distribución de alimentos en Yabalia, el foco de una ofensiva sionista durante unos diez días.
El régimen sionista ha intensificado sus agresiones en la zona norte de la asediada Franja, donde las fuerzas de ocupación completaron el cerco del histórico campamento de refugiados de Yabalia, y enviaron tanques a las cercanas ciudades de Beit Lahiya y Beit Hanun.
Medios de comunicación informaron que un avión no tripulado israelí había abierto fuego en el lugar, donde decenas de residentes se habían reunido para recibir alimentos. La mayoría de las víctimas son mujeres y niños.
Hasta ahora, muy pocos palestinos han acatado la última orden de evacuación israelí. Temen que no haya ningún lugar seguro al que ir y que nunca se les permita regresar. El régimen de Tel Aviv ha impedido el regreso de quienes huyeron al comienzo de la guerra.
Según ha informado la Organización de Naciones Unidas, desde el 30 de septiembre no han entrado al norte camiones con alimentos, agua o medicinas.
ONU: “las noticias que llegan desde Gaza son muy inquietantes”
El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó el “gran número de víctimas civiles en la intensificación de la campaña israelí en el norte de Gaza”, dijo el lunes su portavoz, Stéphane Dujarric, y remarcó que las noticias que llegan desde Gaza son muy inquietantes.
Guterres pidió igualmente la protección de los civiles y llamó a todas las partes a respetar el derecho internacional humanitario. Por su parte, la Secretaria General Adjunta de Asuntos Humanitarios, Joyce Msuya, también denunció en la red social X el escenario terrible que están experimentando los palestinos en Gaza. Agregó que Israel atacó el lugar al que dirigió a los civiles como una supuesta zona segura.
There seems to be no end to the horrors that Palestinians in #Gaza are forced to endure. pic.twitter.com/z0GY8QO2gG
— Joyce Msuya (@JoyceMsuya) October 14, 2024
En tal sentido, las fuerzas de ocupación israelíes continúan con la política de hambrear a los ciudadanos para forzar su desplazamiento, como parte de la guerra genocida que ya ha entrado en su segundo año.
El genocidio estadounidense-israelí en Gaza, que comenzó en octubre del año pasado, se ha cobrado hasta ahora la vida de casi 42 300 personas, en su mayoría mujeres y niños. Desde entonces, unos 98 700 habitantes de Gaza han resultado heridos.
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