Durante una reunión informal celebrada el viernes en la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU), el secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas, Martin Griffiths, alertó sobre el aumento significativo de víctimas entre la población civil palestina debido a los bombardeos del ejército sionista, los cuales han dejado saldo hasta la fecha de más de 12 000 muertos, la mayoría niños y mujeres.
En tal sentido, Griffiths subrayó la necesidad de establecer un alto al fuego durante el mayor tiempo posible, para facilitar una respuesta humanitaria sin obstáculos; “denle al pueblo de Gaza un respiro de las terribles cosas que les han sucedido estas últimas semanas”, imploró.
Advirtió además que, en todo el territorio gazatí, pero particularmente en el norte, los suministros de alimentos y agua potable se están agotando peligrosamente, mientras la falta de combustible provoca que otras funciones esenciales, como la desalinización del agua, caigan de forma progresiva.
Asimismo, avisó de las crecientes dificultades para acceder a la atención médica en la Franja de Gaza, debido al cierre y evacuación forzosa de la mayoría de los hospitales.
Sobre los ataques a los centros asistenciales, en particular el hospital de Al-Shifa, el alto funcionario de la ONU dejó claro que las instituciones hospitalarias cuentan con protección específica, de acuerdo con el derecho internacional humanitario, para garantizar que heridos y enfermos reciban los cuidados correspondientes.
“Se trata sin duda de una crisis humanitaria que, desde cualquier punto de vista, es intolerable y no puede continuar. En muchos aspectos, el derecho internacional humanitario parece haber dado un vuelco”, denunció.
Al respecto, Griffiths llamó a mejorar la respuesta humanitaria mediante la habilitación de puntos de cruce hacia Gaza para hacer llegar los insumos de primera necesidad a la población necesitada, además de garantías de seguridad e instalaciones adicionales para establecer los centros de distribución de ayuda.
“Se debe permitir a los civiles trasladarse a zonas más seguras y, cuando las circunstancias lo permitan, regresar voluntariamente a sus residencias”, dijo Griffiths y enfatizó la necesidad de ampliar el número de refugios para civiles desplazados en todo el enclave palestino.
El alto funcionario de la ONU manifestó su preocupación de que el conflicto pueda extenderse a otras partes del territorio palestino ocupado y arrastrar a la región a una conflagración con consecuencias aún más catastróficas.
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