El relator especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre los Derechos Humanos en Palestina, Michael Lynk, denunció el lunes que el reciente anuncio de Israel de que planeaba construir más de 8000 unidades de viviendas ilegales en los territorios palestinos ocupados equivale a “una violación flagrante del derecho internacional a la que la comunidad internacional debe oponerse” de inmediato.
“El aumento dramático de las nuevas casas en los asentamientos ilegales israelíes no sólo garantiza que la solución de dos Estados se convierta en un espejismo que se desvanece, sino que también consolida la base territorial para la potencia ocupante de Israel”, enfatizó Lynk.
En este sentido, instó a la comunidad internacional a adoptar medidas significativas que se opongan a la actual expansión de los asentamientos y a las medidas encaminadas a la anexión.
El relator denunció que la anexión de los asentamientos “viola la Carta de las Naciones Unidas y empeorará la crisis humanitaria y de derechos humanos en el conflicto”.
La expansión de estas viviendas ilegales se ha acelerado en los últimos años bajo el impulso primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu y de su aliado en EE.UU., el presidente Donald Trump, que, con su polémico plan anti-Palestina, —el llamado “acuerdo del siglo”— anima al régimen israelí a ocupar más territorios palestinos.
mrz/rha/nlr/mkh