“Aunque reconozco que daréis la bienvenida públicamente a esta noticia, les pido que restrinjan su respuesta oficial”, dice un documento del Departamento de Estado estadounidense visto por la agencia británica de noticias Reuters que lo publicó el jueves.
El texto fechado el 6 de diciembre se trata de una nota de advertencia para los diplomáticos en la embajada norteamericana en Tel Aviv para transmitirla al régimen israelí, justificándola como una medida de precaución para proteger los intereses de Estados Unidos.
“Esperamos que haya resistencia a esta noticia en el Oriente Medio y en todo el mundo. Todavía estamos evaluando el impacto que tendrá esta decisión en las instalaciones y el personal de Estados Unidos en el extranjero”, recuerda el documento.
Otro documento del Departamento de Estado, al que también tuvo acceso Reuters, asegura que Washington había formado un grupo de trabajo interno para evaluar y rastrear las reacciones a nivel mundial sobre la polémica decisión de Trump de declarar Al-Quds como capital israelí y anunciar el traslado de la embajada de EE.UU. de Tel Aviv a esta ciudad sagrada.
Aunque reconozco que daréis la bienvenida públicamente a esta noticia, les pido que restrinjan su respuesta oficial”, dice un documento del Departamento de Estado de EE.UU.
Un funcionario estadounidense que habló bajo condición de permanecer en el anonimato dijo a Reuters que la creación de un grupo de trabajo para un asunto particular no es fuera de lo normal ya que Washington lo hace con regularidad “cada vez que hay una preocupación sobre la seguridad del personal del Gobierno de EE.UU o los ciudadanos estadounidenses”.
El primer documento, enviado también a las representaciones diplomáticas de EE.UU. en Al-Quds, Londres, París, Berlín, Roma y Bruselas, exige además a los funcionarios europeos “amplificar la realidad de que Jerusalén sigue siendo un problema de estatus final entre israelíes y palestinos y que las partes deben resolver las dimensiones de la soberanía de Israel en Jerusalén en sus negociaciones”.
Para acabar la nota explica que la Administración de Trump es “única”, ya que hace “movimientos audaces”, para después justificar la medida de Trump, alegando que “son movimientos audaces los que serán necesarios si los esfuerzos de paz finalmente van a tener éxito”.
La polémica decisión de Trump sobre Al-Quds revirtió décadas de política de EE.UU. en abordar este sensible tema con cautela para no poner en peligro los esfuerzos de paz en el Oriente Medio, y ahora la Casa Blanca es blanco de las más duras críticas tanto por sus socios y amigos como por sus adversarios.
El estatus quo de Al-Quds, en la que se ubican sitios sagrados de musulmanes, judíos y también cristianos, es uno de los mayores obstáculos para alcanzar un acuerdo de paz israelo-palestino, ya que ambos quieren que sea su capital esta urbe, cuya parte oriental fue ocupada en 1967 por parte de los israelíes, una acción nunca reconocida por la comunidad internacional.
Este viernes, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) se reunirá de urgencia para analizar la situación de Al-Quds a solicitud de ocho de los 15 miembros que componen el mismo mientras que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) presentó ante el máximo órgano de decisión de la ONU una denuncia formal contra Estados Unidos por la medida de su presidente.
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