• Iraquíes queman bandera estadounidense para mostrar su rechazo al ataque lanzado contra Al-Hashad Al-Shabi, 30 de diciembre de 2019. (Foto: AFP)
Publicada: martes, 31 de diciembre de 2019 7:59
Actualizada: martes, 31 de diciembre de 2019 8:49

Atacar posiciones de Al-Hashad Al-Shabi jugará en contra y facilitará la salida de EE.UU. de Irak, observa un funcionario de las fuerzas populares iraquíes.

Las aeronaves no tripuladas (drones) y cazas F-16 estadounidenses bombardearon el domingo varias posiciones del Movimiento de Resistencia Islámica de Irak, conocido como Kataeb Hezbolá, que forma parte de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe) en el distrito de Al-Qaim, en la provincia de Al-Anbar (oeste).

Yavad Kazem al-Rabiawi, un alto funcionario de Al-Hashad Al-Shabi, indicó el lunes que “el ataque contra las fuerzas de Resistencia jugará en contra de los propios estadounidenses”, dado que las réplicas del incidente, que segó la vida de más de 20 militares, allanarán el camino para poner fin a su presencia en el país.

“Todos los partidos iraquíes de diferentes gustos políticos han condenado esta medida cobarde (de EE.UU.). Deducimos que el procedimiento de los eventos resultará por fin en expulsar a los estadounidenses del suelo iraquí. Ellos saben bien que atentar contra las fuerzas de Resistencia les jugará en contra y allanará el camino para el fin de su presencia en el país”, indicó el alto funcionario a la agencia iraní de noticias Tasnim.

Al respecto, Al-Rabiawi se refirió a los intentos celebrados desde el Parlamento iraquí para presionar al Gobierno de Bagdad a que expulsara a todos los militares estadounidenses del país.

 

Al-Rabiawi aprovechó la ocasión para rechazar también el motivo que usó EE.UU. para bombardear a las fuerzas populares, que forman parte de las Fuerzas Armadas de Irak.

Washington justificó la ofensiva, acusando a Al-Hashad Al-Shabi de estar implicado en un ataque lanzado el viernes contra una base militar en la ciudad iraquí de Kirkuk (norte), en el que murió un “contratista civil estadounidense”. Al-Rabiawi aseguró que las fuerzas populares no tienen “ni un militar” ahí.

El principal objetivo de EE.UU., de acuerdo con el alto funcionario árabe, es dañar a las Unidades de Movilización Popular de Irak por haber impedido la materialización de los objetivos de Washington en las fronteras iraquí-sirias, e incluye la libre circulación de los terroristas de EIIL (Daesh, en árabe).

Debido a la férrea vigilancia de las fuerzas populares, EE.UU. tuvo que realizar una serie de operaciones helitransportadas para hacer pasar a los extremistas takfiríes de Siria a Irak, explicó Al-Rabiawi.

El funcionario iraquí recordó que justo un día antes del ataque estadounidense, las fuerzas aéreas iraquíes, en cooperación con Al-Hashad Al-Shabi, mataron a 20 terroristas helitransportados por EE.UU. en la ciudad norteña de Hatra. Al día siguiente, los aviones estadounidenses sobrevolaron la zona para hallar los restos de los cadáveres, denunció.

Las fuerzas populares iraquíes no solo han contribuido en gran medida a la erradicación de Daesh en su país, sino también en Siria. Tal razón explica los frecuentes ataques de EE.UU. y de Israel lanzados en su contra.

Sin embargo, pese a la retórica bélica en su contra por impedir la resucitación de Daesh en la región, Kataeb Hezbolá asegura que cuenta con suficiente poder militar para vengarse de la “agresión” estadounidense, la tercera desde 2018.

Distintos países, como Irán y Rusia, y movimientos políticos han repudiado los hechos que constituyen, a su juicio, “una muestra de terrorismo” y una flagrante agresión a Irak, país rico en petróleo que además tiene una gran importancia geopolítica, difícil de ignorar por la Casa Blanca.

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