“Bajo esta ley, los grupos y la formación de Al-Hashad Al-Shabi son una organización legal que tendrán tareas específicas, son parte de las fuerzas de seguridad de Irak y tienen el derecho de defender su identidad siempre y cuando no representen una amenaza para la seguridad nacional”, dice el primer artículo de dicha legislación.
La normativa, cuyo borrador ha sido abordado y debatido hace meses en el Parlamento, ha sido aprobada por la mayoría de los legisladores y así Al-Hashad Al-Shabi se ha convertido en tropas bajo la supervisión del Consejo Supremo de Seguridad Nacional y del Ejército de Irak.
Bajo esta ley, los grupos y la formación de Al-Hashad Al-Shabi son una organización legal que tendrán tareas específicas, son parte de las fuerzas de seguridad de Irak y tienen el derecho de defender su identidad siempre y cuando no representen una amenaza para la seguridad nacional”, dice el primer artículo de la legislación aprobada por el Parlamento iraquí.
Los miembros de Al-Hashad Al-Shabi, que desempeñan un papel crucial en la lucha contra el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) en Irak, actuarán a partir de ahora bajo el mando del primer ministro Haidar al-Abadi y recibirán salarios y pensiones al igual que el Ejército y la Policía del país árabe.
A través de un comunicado, Al-Abadi ha alabado la decisión del Parlamento y ha mostrado su gratitud por los “sacrificios ofrecidos por esos heroicos combatientes”, para después hacer hincapié en que los miembros de Al-Hashad Al-Shabi “representarán y defenderán a todos los iraquíes donde estén”.
Por su parte, el subcomandante de las fuerzas populares iraquíes, Abu Mahdi al-Mohandes, ha elogiado la aprobación de la citada ley, y la ha considerado como resultados de los sacrificios hechos por parte de los integrantes de Al-Hashad Al-Shabi para luchar contra los extremistas takfiríes.
De acuerdo con los informes, Al-Hashad Al-Shabi cuenta con más de 100 mil combatientes en su mayoría chiíes, pero también existen —según las autoridades iraquíes— entre 25.000 y 30.000 combatientes tribales suníes y las unidades kurdas izadíes y kurdas cristianas, todos los cuales tienen el mismo objetivo: liberar Irak de la presencia de los terroristas.
Actualmente, estas fuerzas están luchando contra los terroristas de Daesh en el oeste de la ciudad norteña de Mosul —principal bastión de esta banda takfirí en Irak—, y de hecho, han logrado grandes avances hacia la ciudad de Tal Afar, a unos 60 kilómetros al oeste de Mosul, mientras el Ejército ataca a los terroristas desde el este de Mosul.
zss/ktg/fdd/hnb