A través de un mensaje emitido este lunes en la red social Twitter, el clérigo chií ha reaccionado al ataque de EE.UU. efectuado el domingo mediante aviones no tripulados (drones) contra varias posiciones de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe) en el distrito de Al-Qaim, en la provincia de Al-Anbar (oeste).
“Hoy estoy listo para expulsar a los ocupantes por medios políticos y legales, ¿hay alguien para ayudar?”, ha declarado Al-Sadr y aseverado que los iraquíes actuarán de otras maneras, si las fuerzas de EE.UU. no se retiran de su territorio.
También ha recordado sus advertencias anteriores sobre las consecuencias de involucrar a Irak en los “conflictos regionales e internacionales” y la intolerancia del pueblo iraquí ante tales “medidas imprudentes”.
En su tuit, Al-Sadr ha lamentado que Irak no se haya esforzado por erradicar a las tropas ocupantes de EE.UU. mediante la resistencia militar, ya que, de haberlo hecho, no habría sucedido la reciente ofensiva contra las Al-Hashad Al-Shabi, que forman parte de las Fuerzas Armadas de Irak.
Al-Sadr ha cargado también contra el ocupante Gobierno de EE.UU., presidido por Donald Trump, por abusar de la crisis política en Irak, y ha considerado imprescindible que la seguridad del país árabe sea proporcionada por sus propias fuerzas.
“No permitiremos que Irak se quede atascado en las disputas políticas y los desafíos militares”, ha remarcado y ha pedido a todas las fuerzas y partidos políticos del país que se unan para expulsar a Estados Unidos.
Seyed Yafar al-Huseini, portavoz de Kataeb Hezbolá —Movimiento de Resistencia Islámica de Irak, que forma parte de Al-Hashad Al-Shabi y cuyas fuerzas han sido objeto del ataque del domingo de EE.UU.— ha prometido este lunes vengarse de la “agresión” estadounidense, que dejó decenas de muertos y heridos.
A pesar de que Al-Hashad Al-Shabi ha desempeñado un rol clave en la lucha contra el terrorismo en el país árabe, Washington ha adoptado una posición hostil hacia estas fuerzas populares: bombardea sus posiciones y les ha impuesto brutales sanciones.
Lo que, de hecho, demuestra más que antes los intentos de EE.UU. para reforzar al grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), en momentos en que Irak trata de acabar con los remanentes de esta banda extremista.
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