Los manifestantes se congregaron delante de la embajada japonesa en Seúl (capital surcoreana) y entonaron eslóganes contra la decisión del Gabinete del primer ministro nipón, Shinzo Abe, que dificultará el acceso que tienen industrias que son clave para la economía de Corea del Sur para adquirir más de un millar de productos nipones.
Según la Policía, unas 2500 personas acudieron a la concentración, la tercera de su tipo en los últimos días y la más concurrida. Algunos de los manifestantes consideraron que, en lugar de disculparse por las malas acciones pasadas, el Gobierno japonés está atacando económicamente a Corea del Sur.
El repudio a la decisión excluyente de Abe hizo que uno de los oradores en la protesta llamara al Gobierno a que ponga fin a un acuerdo bilateral sobre el intercambio de inteligencia militar con Japón y que está por renovarse.
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