La tensión no solo dominó el ambiente de la cumbre, con el presidente estadounidense Donald Trump quejándose de sus aliados, sino también fuera de la misma con protestas contra la Alianza Atlántica y sus medidas.
Además de Bruselas, en otras partes de Europa, la gente tomó las calles para mostrar su rechazo al “militarismo” de la OTAN y su crecimiento bélico mientras muchos países europeos sufren graves crisis económicas.
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