“Teherán no aceptará ningún resultado de la reunión de Viena, excepto la eliminación de todas las sanciones”, dijo el lunes una fuente cercana a la delegación iraní en el encuentro de Viena (capital de Austria), donde se reunirán representantes de los signatarios del pacto nuclear —de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés)— en el marco de una nueva cita de la Comisión Conjunta del convenio.
En declaraciones formuladas a la cadena Press TV, la fuente ratificó la postura de la República Islámica, asegurando que Irán revertirá los pasos dados en la reducción de sus compromisos con las provisiones del acuerdo nuclear, “solo después de la eliminación de todas las sanciones de Estados Unidos [que luego debe ser] verificada”.
En este sentido, precisó que el enviado especial de EE.UU. para Irán, Robert Malley, —que se prevé asista a las conversaciones de Viena—, tendrá que irse de esta ciudad “con las manos vacías, si la reunión del martes da como resultado algo más que el levantamiento de todas las sanciones estadounidenses”.
Efectivamente, pese a que EE.UU. ya no es miembro del PIAC —tras su salida del mismo bajo el mandato de Donald Trump en mayo de 2018—, el país norteamericano ha informado que estará presente en el citado encuentro para proporcionar consultas a otras partes del acuerdo.
En este sentido, Teherán ha manifestado que no conversará con los estadounidenses en Viena, “ni directa ni indirectamente”.
De cara a la cita de Viena, el país persa también ha pedido a los signatarios europeos del PIAC —el Reino Unido, Francia y Alemania— que comparezcan de forma “constructiva” en dicha reunión y respeten sus compromisos con el pacto nuclear.
Después de la salida de EE.UU. del pacto nuclear, Irán esperó un año, dando una oportunidad al resto de los firmantes del acuerdo para salvarlo; pero, ante la pasividad la parte europea, empezó a reducir gradualmente sus compromisos nucleares.
La nueva Administración de EE.UU., presidida por Joe Biden, se ha expresado lista para volver al acuerdo, pero ha puesto como condición que primero Irán debe cumplir plenamente sus compromisos nucleares. Teherán rechaza cualquier precondición de dicha índole.
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