“Los problemas son casi los mismos que antes, aunque hay algunos avances aquí”, afirmó el viernes Riabkov que encabeza la delegación rusa en las conversaciones nucleares del G5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania).
El problema principal, a juicio del diplomático ruso, es la secuencia y el grado del levantamiento de sanciones occidentales, así como el plazo para el impulso de tal desbloqueo.
En un segundo lugar la cuestión es las restricciones impuestas al programa nuclear iraní durante el periodo de la validez del acuerdo nuclear que se ha convertido en un tema muy complejo y sensible, de acuerdo al vicecanciller ruso.
Al recalcar que los temas técnicos se han politizado demasiado, Riabkov afirmó que eso es la razón que ha dificultado tomar decisiones sobre estos asuntos.
Sin embargo, aseguró que los recientes progresos “suponen cierto optimismo”, aunque todavía no se puede decir que un acuerdo final “ya está listo”.
La última ronda de diálogos nucleares entre Irán y el Grupo 5+1 concluyó el viernes en la ciudad suiza de Lausana y, de acuerdo con el vicecanciller iraní, Seyed Abás Araqchi, las conversaciones se reanudarán el próximo 25 de marzo.
Teherán y el Sexteto se esfuerzan para llegar a un pacto definitivo antes de la fecha límite del 30 de junio para resolver la disputa occidental sobre la naturaleza pacífica del programa nuclear de Irán.
Por su parte, Teherán que insiste en su derecho nuclear como signatario del Tratado de No Proliferación (TNP), afirma que busca alcanzar un convenio con poderes occidentales en una sola fase, y que contemple el levantamiento de todas las sanciones.
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