El Comité Ejecutivo Nacional de la formación británica, liderada por Keir Starmer, aprobó el martes por 22 a 12 votos una moción propuesta por el moderado Starmer que impide al parlamentario izquierdista presentarse como candidato del principal partido de la oposición en las próximas elecciones generales, argumentando que respaldar a Jeremy Corbyn “disminuiría” las probabilidades de que el partido gane los comicios.
En un mensaje emitido en su cuenta en Twitter, Corbyn reaccionó la decisión del partido, denunciado que Starmer “denigró los cimientos democráticos” de la formación.
“La decisión del Comité Ejecutivo Nacional de prohibir mi candidatura para Islington North es un ataque vergonzoso a la democracia partidaria”, criticó el exlíder del Partido Laborista y prometió “no dejarse intimidar hasta el silencio”.
Subrayó que él ha sido elegido diputado “diez veces consecutivas” por la circunscripción londinense de Islington North, y que no va a irse a ningún lado y seguirá “luchando” por un “cambio transformador”.
Starmer suspendió en 2020 a Corbyn del partido, luego de que la Comisión británica de igualdad y derechos humanos acusara a la formación bajo su liderazgo de antisemitismo.
Jeremy Corbyn es una figura conocida antiguerra en el Reino Unido que se ha opuesto al enfoque belicista de Estados Unidos y el país europeo en las últimas décadas y se considera como uno de los principales organizadores de la marcha más grande contra la guerra en la historia británica.
El veterano socialista también es un conocido partidario de los derechos humanos, de la causa palestina y crítico del asesinato de los palestinos por parte de las fuerzas israelíes, los asentamientos y la ocupación de los territorios palestinos.
Según informes publicados en el Reino Unido, el lobby sionista y sus oponentes en el Partido Laborista lo acusaron de antisemitismo para borrarlo de la escena política británica o al menos marginarlo con esta vieja táctica.
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