Mientras el Gobierno del primer ministro británico, Rishi Sunak, presentaba su presupuesto de primavera, cientos de miles de trabajadores, incluidos docentes, médicos jóvenes, funcionarios públicos y trabajadores del metro de Londres (capital) realizaban una huelga por mejores salarios, pensiones y condiciones laborales.
En Londres, los manifestantes marcharon por el centro de la ciudad, particularmente en la zona de Downing Street, donde está la residencia oficial del primer ministro británico, y cerca de la sede del Parlamento, esa en la ciudad de Westminster.
En la huelga participaron los miembros del Sindicato Nacional de Educación (NEU, por sus siglas en inglés) que permanecerán dos días de paro, los conductores de la Sociedad Asociada de Ingenieros de Locomotoras y Bomberos (Aslef, por sus siglas en inglés) y el sindicato Ferroviario, Marítimo y de Transporte; la huelga de este último gremio provocó una paralización de los servicios de metro.
Además, unos 133 000 funcionarios del sindicato de Servicios Públicos y Comerciales (PCS, por sus siglas en inglés) se encuentran en huelga; así como médicos jóvenes de la Asociación Médica Británica (BMA, por sus siglas en inglés), quien están en huelga por tercer día consecutivo.
Junior doctors striking outside @uclh this morning in what is possibly the most musical picket line I’ve ever seen. @TheBMA
— Paul Brand (@PaulBrandITV) March 15, 2023
The @The_TUC reckon half a million workers are on strike today as the Chancellor announces his budget. pic.twitter.com/dLlcX36lrK
Ante tal coyuntura, el ministro británico de Finanzas, Jeremy Hunt, presentó el presupuesto de primavera del Gobierno que incluye una serie de promesas de impuestos y gastos para los próximos cinco años, que afectarán el mercado laboral, las pensiones, el cuidado de los niños, la defensa y la inversión empresarial.
El Reino Unido se ha enfrentado durante los últimos meses a una ola de huelgas de diversos gremios que exigen aumentos salariales para mantener el ritmo de la inflación de dos dígitos.
Los sindicatos dicen que los salarios, especialmente en el sector público, han caído en términos reales durante la última década, y una crisis del costo de vida alimentada por el fuerte aumento de los precios de los alimentos y la energía ha dejado a muchos luchando para pagar sus facturas.
La tasa de inflación anual del país británico fue del 10,1 % en enero. El Gobierno conservador de Sunak argumenta que otorgar incrementos salariales de más del 10 % al personal del sector público, aumentaría aún más la inflación.
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