El portavoz chino del Ministerio de Defensa, Zhang Xiaogang, ha urgido a EE.UU. a detener “de inmediato” el comercio de armas con Taiwán.
La semana pasada, la Administración Donald Trump aprobó ventas de repuestos aeronáuticos y sistemas para cazas por 330 millones de dólares. Según el Pentágono, el paquete mejorará la capacidad operativa de la flota taiwanesa.
Zhang ha denunciado que prácticas como esa violan el principio de “una sola China” y los comunicados conjuntos entre ambas naciones. También ha acusado a EE.UU. de inmiscuirse en los asuntos internos del gigante asiático.
El vocero ha reiterado que gastar el dinero del pueblo taiwanés en armas es “autodestructivo” y ha advertido al Partido Democrático Progresista que buscar independencia con apoyo extranjero “está condenado al fracaso”.
Asimismo, ha subrayado que usar a Taiwán para “contener a China” no tendrá éxito y que cualquier intento de avanzar hacia la escisión, mediante la fuerza, “será contraproducente”.
Pekín reafirma que Taiwán es una parte irrenunciable de su territorio. Aunque la isla se gobierna bajo su propia administración, la mayoría de los países reconocen la soberanía china sobre la isla.
Taiwán sigue siendo uno de los principales focos de tensión en el mar de la China Meridional, una vía estratégica por la que circulan billones de dólares en mercancías cada año.
China recalca que la isla es el tema más sensible e importante en sus vínculos con Estados Unidos y se ha opuesto abiertamente a los intentos de Washington por fortalecer el apoyo a las fuerzas taiwanesas. El Gobierno chino ha advertido también que tomará “todas las medidas necesarias para defender firmemente la soberanía nacional y la integridad territorial”.
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