“No estamos de acuerdo con el fallo y pediremos autorización para apelar. Mientras tanto, no concederemos nuevas licencias (de venta de armas) a Arabia Saudí y a sus socios de coalición que puedan ser utilizadas en el conflicto de Yemen”, ha afirmado este jueves el ministro de Comercio Internacional del Reino Unido, Liam Fox, ante el Parlamento británico.
Más temprano, el Tribunal de Apelaciones de Londres (capital) ha declarado “irracional y por tanto ilegal” la venta a Riad de armamento británico, que puede ser empleado en la agresión a Yemen.
La justicia británica ha considerado que la venta de armas por el Reino Unido al reino árabe, en el contexto de la guerra en Yemen, está viciada por un “error de derecho”.
El Ejecutivo británico “no evaluó si la coalición liderada por Arabia Saudí cometió violaciones del derecho internacional humanitario en el pasado durante el conflicto en Yemen, y no hizo ningún intento de hacerlo”, ha lamentado el presidente de la división civil del Tribunal de Apelación, Terence Etherton, quien ha reclamado al Gobierno británico “reconsiderar” sus prácticas.
“No estamos de acuerdo con el fallo y pediremos autorización para apelar. Mientras tanto, no concederemos nuevas licencias (de venta de armas) a Arabia Saudí y a sus socios de coalición que puedan ser utilizadas en el conflicto de Yemen”, ha afirmado el ministro de Comercio Internacional del Reino Unido, Liam Fox.
El Reino Unido ha exportado armas, componentes y aparatos militares por un valor de 4700 millones de libras (casi 6000 millones de dólares) al reino saudí desde que comenzaron los bombardeos sobre Yemen en marzo de 2015, de acuerdo con los datos oficiales compilados por la Campaña Contra el Comercio de Armas (CAAT, por sus siglas en inglés).
Según CAAT, el Ejecutivo británico es culpable de “violaciones graves y repetidas” del derecho humanitario internacional al entregar armas a Riad y sus aliados.
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El martes, el rotativo británico The Guardian desveló que el Reino Unido no solo está suministrando armas y bombas a Arabia Saudí y sus aliados regionales —que las usan para bombardear al pueblo yemení—, sino que está ofreciéndoles apoyo logístico y proporcionando entrenamiento militar a sus pilotos. Este se suma a multiples informes que muestran el papel de Londres en la matanza del pueblo yemení.
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Hasta el momento, algunos países, como Alemania, los Países Bajos y Noruega, han empezado a limitar las ventas de armas para la campaña de agresión dirigida por Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos (EAU), si bien otros, como Estados Unidos, el Reino Unido, España y Canadá, siguen con tales negocios.
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