• El primer ministro británico, David Cameron.
Publicada: lunes, 13 de julio de 2015 8:44
Actualizada: lunes, 13 de julio de 2015 9:53

El Reino Unido gastará miles de millones más en los aviones espía, aviones no tripulados y el Servicio Aéreo Especial (SAS, por sus siglas en inglés), para reforzar supuestamente su campaña antiterrorista.

El anuncio vino la noche del domingo cuando Downing Street (residencia del primer ministro, David Cameron), confirmó que el premier había ordenado a jefes de defensa reestructurar las Fuerzas Armadas para centrarse en la lucha contra la amenaza planteada por grupos terroristas como EIIL (Daesh, en árabe) en el país y en el extranjero.

La medida que forma parte del plan de “Revisión Estratégica de la Defensa y de la Seguridad” incluye el aumento de los fondos para las fuerzas especiales y para otras capacidades antiterroristas.

Como primer ministro, siempre voy a poner la seguridad nacional de nuestro país primero. Por eso es justo que nos pasemos 2 por ciento de nuestro PIB en defensa, porque esta inversión ayuda a mantenernos a salvo", dijo el premier británico David Cameron.

En particular, Cameron insta a los militares a considerar el aumento del uso de aviones espía y aviones no tripulados para recolectar información de inteligencia sobre el grupo takfirí EIIL, así como otros grupos terroristas.

De acuerdo con Downing Street, el Ejecutivo de Cameron tiene previsto dedicar este presupuesto equivalente al 2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en proteger al país ante las amenazas en evolución, como el extremismo, la guerra cibernética y los presuntos peligros que pueden plantearse por parte de Rusia.

"Como primer ministro, siempre voy a poner la seguridad nacional de nuestro país primero. Por eso es justo que nos pasemos 2 por ciento de nuestro PIB en defensa, porque esta inversión ayuda a mantenernos a salvo", dijo Cameron.

Un técnico de la RAF está examinando un drone.

 

El premier inglés tiene previsto visitar este lunes la estación de la Real Fuerza Aérea británica (RAF, por sus siglas en inglés) de Waddington, base de aviones no tripulados en el Reino Unido en Lincolnshire (este), que coordina vuelos de aviones teledirigidos asesinos que operan en Irak y Siria.

El Reino Unido es parte de la llamada coalición internacional liderada por EE.UU. para combatir supuestamente el grupo terrorista EIIL en Irak y Siria. Mientras el país europeo lleva a cabo ataques con jets y cazas bombardeos contra las posiciones del EIIL en Irak, en Siria su papel se limita a usar drones de vigilancia. Ahora el Gobierno de Londres busca ampliar la campaña aérea de la RAF para incluir ataques también, en Siria.

Integrantes del EIIL subidos en dos tanques muestran signos de victoria tras un avance en Siria.

 

La trágica experiencia del uso de aviones no tripulados en Afganistán que en vez de destruir las posiciones de los insurgentes de Talibán, apuntaba mayormente a la población civil, genera controversia en el Reino Unido. Los defensores de los derechos humanos afirman que las armas violan las reglas de la guerra.

Las ofensivas aéreas de la coalición no sólo han tenido escasa efectividad contra Daesh, sino que han servido de excusa para minar objetivos militares tanto en Siria como en Irak y dañar las infraestructuras de estos países. Además, la población civil ha sido la principal víctima de dichos bombardeos.

Solo en Siria el opositor Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), con sede en el Reino Unido, anunció a mediados de junio que más de 159 civiles murieron en los ataques de la llamada coalición anti-EIIL desde que inició el año pasado su intervención militar en este país.

Tanto Irak como Siria cuestionan la efectividad de dichos bombardeos y creen que la alianza en ningún caso trata de eliminar al grupo takfirí EIIL.

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