El periódico israelí Haaretz informa este jueves del suicidio del militar israelí, identificado como Thomas Edzgauskas, por una enfermedad mental desarrollada tras su participación en la guerra en la Franja de Gaza.
Según el medio, antes de suicidarse, el militar en cuestión dejó un mensaje en redes sociales. “Ya no puedo soportarlo. Estoy en un estado de colapso y decadencia. He hecho cosas que no tienen perdón. No puedo seguir viviendo con ello. Desde el 7 de octubre, un demonio dentro de mí no me deja en paz. Espero que me olviden”, escribió.
⚡️Lithuanian-Israeli officer who served in Gaza ended his life and wrote on Facebook before doing so:
— Warfare Analysis (@warfareanalysis) December 4, 2025
“October 7, the date that ruined my life and destroyed everything I was.
I can’t anymore, I am ruin and devastation… I did things that cannot be forgiven, and I can’t live… pic.twitter.com/zUWmMu5hzR
Fuentes israelíes informan que, a finales de noviembre, un alto oficial de la fuerza aérea del régimen sionista, que había pasado semanas en las fuerzas de reserva supervisando drones en la guerra contra Gaza, también se quitó la vida. Este oficial sufría profundos traumas psicológicos debido a los horrores y la destrucción que presenció y en los que participó. “Él lo veía todo, estaba plenamente consciente de lo que sucedía en el campo de batalla. Día a día lo veíamos marchitarse”, declaró, por su parte, un colega.
Tras dos años de guerra genocida en la Franja de Gaza y a la sombra de la crisis psicológica del ejército israelí, el fenómeno del suicidio también se ha extendido, mientras que las fuerzas del régimen ocultan y censuran enérgicamente este asunto.
Parece que los datos publicados al respecto son solo una parte de la crisis multifacética, y el estamento militar oculta gran parte de esta crisis a la opinión pública.
El suicidio entre los soldados israelíes no solo refleja las presiones psicológicas derivadas de la prolongada guerra en Gaza, sino que también indica la ineficacia de las políticas del gabinete del premier israelí, Benjamín Netanyahu, para gestionar las crisis psicológicas y sociales.
El régimen de Tel Aviv, respaldado por Occidente, respondió a la operación de represalia de HAMAS con un horror indescriptible, aplastando cada indicio de vida en la asediada Franja de Gaza.
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