El presidente del Consejo Ejecutivo del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), Ali Damush, destacó que “todo lo que está sucediendo hoy, ya sea en términos de ataques y asesinatos o en términos de presión política, asedio, restricciones económicas y financieras, e incitación por parte de elementos internos, tiene como objetivo empujar al Líbano y al ejército libanés al conflicto, oponerse a la Resistencia y obligar a Hezbolá a retirarse y rendirse”.
“Los estadounidenses, los israelíes y sus agentes internos persiguen estos objetivos por todos los medios, pero deben saber que la Resistencia no se enfrentará al ejército, no permitirá conflictos internos y no se retirará ni se rendirá”, agregó durante su sermón del rezo del viernes en la mezquita Seyed Zeinab, en el suburbio sur de Beirut, capital.
En esta línea, agregó que confiar en los esfuerzos para presionar al gobierno, al ejército o a la sociedad libanesa para que se enfrenten a Hezbolá es una ‘apuesta desesperada’, que demuestra su fracaso día tras día.
Criticó que el ejército israelí ha intensificado sus actos de agresión, mostrando un total desprecio por las medidas del ejército libanés para cumplir con sus compromisos bajo el acuerdo de alto el fuego.
Damush afirmó que la soberanía no puede lograrse únicamente mediante el despliegue militar mientras Israel continúe su ocupación, sus actos de agresión y sus violaciones de la tierra, el mar y el espacio aéreo del Líbano.
El 18 de diciembre, representantes de Francia, Arabia Saudí y Estados Unidos se reunieron en París con el jefe de las Fuerzas Armadas Libanesas (FAL) para deliberar y acordar una hoja de ruta diseñada para crear un marco para desarmar a Hezbolá.
En respuesta, Hezbolá, por su parte, ha advertido una y otra vez que el verdadero objetivo de Israel no es desarmar la Resistencia, sino ocupar el Líbano, y asegurado que no depondrá las armas, incluso si todo el mundo se une a una guerra contra el Líbano.
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