“Definitivamente, hemos perdido la batalla en el Sur Global”, dijo a Financial Times un alto diplomático del G7, añadiendo que “se ha perdido todo el trabajo que hemos hecho con el Sur Global” con respecto a Ucrania.
De hecho, varios funcionarios y diplomáticos occidentales dijeron al medio que la postura de doble rasero de Washington en su apoyo incondicional a Israel, mientras este régimen está bombardeando al pueblo palestino en Gaza, deja patente la retórica hipócrita de EE.UU. y sus aliados occidentales en torno a Ucrania.
Efectivamente, el apoyo incondicional de Estados Unidos a Israel, pese a la chocante cifra de muertos que ha dejado en Gaza, choca con la retórica occidental que trata de describir la operación especial militar rusa en Ucrania como una “agresión”, se lee en el artículo.
En este sentido, la nota enfatiza que nadie va a creer lo que proclama Occidente en defensa de los derechos humanos.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha dejado en claro el respaldo de su país al régimen de Israel, mientras los sionistas están cometiendo una masacre en la Franja de Gaza, asesinando al menos a 3900 personas en el enclave costero.
El apoyo incondicional de Biden a Israel se ha plasmado en los últimos días en el envío de dos de los portaviones más avanzados de Estados Unidos al Mediterráneo, el despliegue de escuadrones de aviones cazas F-15, F-16 y aviones de ataque A-10 en la región, y el envío de equipo adicional y municiones.
Amnistía Internacional (AI) ha instado a Biden a retirar el apoyo incondicional de su país a las acciones de Israel en la Franja Gaza.
Mientras tanto, Josh Paul, quien era director de asuntos públicos y del Congreso de la Oficina de Asuntos Político-Militares del Departamento de Estado durante más de 11 años y era clave responsable de transporte de armas a los aliados principales de Estados Unidos, renunció el miércoles por la decisión de Biden de aumentar el apoyo militar a Israel.
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