• Un soldado sostiene una bomba de racimo desactivada. (Foto: Reuters)
Publicada: sábado, 8 de julio de 2023 7:22

Un exjefe de CIA advierte de que las bombas de racimo no llevarán a una victoria de Ucrania ante Rusia, sino que serán una maldición para las tierras de cultivo.

El exjefe de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de EE.UU., Phil Giraldi, en una entrevista con la agencia de noticias rusa Sputnik, manifestó su preocupación por la reciente confirmación de que Estados Unidos suministrará municiones de racimo a Ucrania.

Lo que harán las bombas es matar a muchos civiles al extender sus cargas y la munición enterrada sin explotar será una lacra en las tierras de cultivo de Ucrania, allí donde se desplieguen durante mucho tiempo”, ha declarado Giraldi.

Ha puesto de relieve que “(las municiones de racimo) no ganarán la guerra para Ucrania”, y ha indicado que la decisión de enviar municiones de racimo a Ucrania se produce en un momento en el que Kiev está perdiendo terreno frente al Ejército ruso en el campo de batalla.

El antiguo número uno de CIA destaca la hipocresía de la Administración estadounidense de Joe Biden, recordando que Washington criticó el supuesto uso de estas armas por parte de Rusia en el pasado, mientras que ahora las suministra a Ucrania.

¿Cómo ha calado la noticia en el mundo?

El embajador ruso en Washington, Anatoli Antónov, interpreta la decisión de Washington como un gesto de desesperación por parte de Occidente, que podría llevar a un conflicto mundial.

Desde Rusia, vuelven a alertar por esta nueva “ayuda”, que llevaría a un nivel superior la escalada del conflicto ucraniano.

 

Por su parte, el profesor Francis Boyle, consultor de las Naciones Unidas sobre crímenes de guerra, sostiene que estas municiones solo aumentarán el número de víctimas civiles y podrían conducir a una escalada dramática del conflicto.

¿Qué es una bomba de racimo?

La Convención sobre Municiones en Racimo, adoptada en 2008, es el único tratado internacional vinculante que prohíbe el empleo de estas armas. Hasta ahora más de 100 países se han adherido al acuerdo, pero todavía no son parte Estados Unidos, Rusia y Ucrania, entre otros.

Las bombas de racimo, de dispersión o fragmentación, son lanzadas en caída libre y contienen un dispositivo que al abrirse libera a su vez miles de pequeñas minibombas que se dispersan en un radio de hasta 400 metros.

Kiev, según las evidencias mostradas por la prensa estadounidense, ya empleó municiones de este tipo contra su gente en bombardeos de Donbás, en particular contra la ciudad de Donetsk, para frenar el avance de las fuerzas rusas.

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