El Gobierno estadounidense tiene previsto anunciar esta semana nuevas sanciones en coordinación con el G7 y la Unión Europea (UE) contra Rusia que incluyen la prohibición de nuevas inversiones y sanciones contra los funcionarios del gobierno ruso y sus familiares, ha revelado este martes el diario norteamericano The Hill.
Según ha informado este martes la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, las medidas también buscan afectar a las instituciones financieras de propiedad rusa y las empresas estatales.
En este marco, la funcionaria de EE.UU. ha dejado claro que el nuevo paquete de sanciones del país norteamericano se debe a nuevas acusaciones occidentales sobre “crímenes de guerra” de Rusia en Bucha, una ciudad recién liberada a 37 kilómetros al noroeste de Kiev, capital ucraniana.
“La mayor parte de nuestro objetivo aquí es agotar los recursos que Putin [presidente ruso] tiene para continuar su guerra contra Ucrania, y obviamente causar más certeza —incerteza— y desafíos a su sistema financiero”, ha expresado Psaki.
Por otra parte, la vocera estadounidense ha puesto énfasis en que “Rusia no tiene recursos ilimitados”, de hecho, como consecuencia de las sanciones, debe elegir entre agotar las valiosas reservas restantes en dólares, hacer entrar nuevos ingresos o el impago.
En este sentido, la portavoz estadounidense ha alegado que las medidas punitivas dirigidas contra el sector económico ruso hacen su efecto y “el sistema financiero en Rusia está al borde del colapso”. “Es cada vez más difícil para el presidente Putin financiar esta guerra, todos los días. Eso tiene un impacto”, ha recalcado.
Después de que Rusia lanzara el 24 de febrero una operación militar contra Ucrania, Washington, la UE y otros Estados y organizaciones occidentales han impuesto varias rondas de sanciones financieras y comerciales contra Moscú, medidas consideradas por Rusia como “una declaración de guerra”.
Rusia prevé una erosión de la confianza hacia el dólar y el euro por el bloqueo de las reservas de divisas internacionales de Moscú y las sanciones antirrusas.
glm/hnb