Un funcionario estadounidense de defensa sostuvo el viernes, bajo condición de anonimato, que Washington ha observado movimientos significativos de las fuerzas de Rusia en la frontera con Ucrania desde el miércoles.
“Cuarenta a cincuenta por ciento están en una posición de ataque. Se han desenrollado en un montaje táctico en las últimas 48 horas”, añadió el viernes la fuente, citado por los medios norteamericanos.
Según la fuente, el aumento de los enfrentamientos entre los separatistas prorrusos en la región de Donbás, sita en el este del territorio ucraniano, y las fuerzas gubernamentales de Ucrania, muestran que “la campaña de desestabilización ha comenzado”.
Sus cometarios salieron a la luz la misma jornada en la que el inquilino de la Casa Blanca, Joe Biden, dijo que su homólogo ruso, Vladimir Putin, ya tomó la decisión de atacar a Ucrania y que el objetivo será Kiev (la capital ucraniana).
Anteriormente, los medios occidentales habían venido determinando fechas para la supuesta invasión rusa. El diario británico The Mirror, citando a las agencias de inteligencia de EE.UU., afirmó que las tropas rusas lanzarían la ofensiva a las 3:00h de la madrugada del miércoles 16 de febrero, hecho que no sucedió nunca.
Kremlin ha rechazado tales acusaciones, considerándolos como una provocación inventada por el Occidente, encabezada por EE.UU., para desinformar a la comunidad internacional, en el medio de la escalada de tensiones en el este de Ucrania.
Además, ha enfatizado que su presencia militar en la zona responde a la necesidad de defensa frente a posibles ataques de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y Washington en su contra.
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