• Parte de la base estadounidense de Ain Al-Asad en la provincia iraquí de Al-Anbar destruida por un ataque de misiles iraníes.
Publicada: jueves, 9 de diciembre de 2021 10:02

Al no poder tapar más los daños sufridos en el ataque de Irán a la base de Ain Al-Asad en 2020, EE.UU. otorgará a decenas de soldados la medalla a la valentía.

De acuerdo con el informe publicado el miércoles en la cadena canadiense CBC, citando a un funcionario estadounidense de Defensa, el Ejército de EE.UU. otorgará la Medalla del Corazón Púrpura a 39 soldados que resultaron heridos durante el bombardeo de misiles iraníes del 8 de enero del 2020 contra la base aérea de Ain Al-Asad, ubicada en la provincia occidental iraquí de Al-Anbar.

La Medalla del Corazón Púrpura es la condecoración más antigua de las Fuerzas Armadas de EE.UU. que se otorga en nombre del presidente del país a aquellos soldados que han resultado heridos o muertos en servicio.

La fuente reconoció que el ataque del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán (CGRI) con decenas de misiles tierra-tierra contra la base de Ain Al-Asad “fue el mayor ataque con misiles contra las fuerzas estadounidenses en la historia”. La contundente medida del país persa se produjo en represalia por el asesinato del teniente general iraní, Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo del CGRI, en un bombardeo de EE.UU. en Bagdad (capital iraquí) el 3 de enero de 2020.

“Sacudió todo [...] tembló la tierra”, dijo Daine Kvasager, un soldado, quien estuvo presente en la base la noche del ataque iraní y uno de los que recibirá la medalla.

EEUU intenta encubrir daños de ataques de Irán a su base en Irak

Los soldados entrevistados con CBC informaron que, tras el bombardeo iraní, el Ejército fue presionado por el Gobierno del entonces presidente Donald Trump para que reduzcan el número de víctimas de la ofensiva ante la opinión pública.

La entrega de medallas pone en evidencia que el Gobierno estadounidense buscaba encubrir los daños causados por el ataque de Irán y ocultar la vulnerabilidad de su sistema defensivo.

En declaraciones ofrecidas en marzo ante el Congreso estadounidense, el general Kenneth F. McKenzie, jefe del Comando Central de Estados Unidos (Centcom, por sus siglas en inglés), admitió, por primera vez, que más de 100 miembros del servicio estadounidense habían sufrido lesiones cerebrales como consecuencia del ataque de Irán a Ain Al-Asad.

La muerte del teniente general Soleimani generó un consenso contra Washington, tanto en Irán como en otros países del mundo. Las autoridades persas, incluido el Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, calificaron el ataque de “acto de terrorismo internacional” y advirtieron a los “criminales” de EE.UU. de que les esperaba una “dura venganza” por el asesinato de un héroe, que era “la cara internacional de la Resistencia”.

Las autoridades persas aseveran que el ataque de Irán a Ain Al-Asad puso de manifiesto la alta vulnerabilidad de sistemas de defensa estadounidenses, pues, con todo su poderío militar, EE.UU. no pudo evitar que los misiles golpeen su mayor recinto militar en Irak.

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