Adam Schiff, el presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes de EE.UU., expresó su satisfacción por la difusión del informe que confirma la implicación directa del príncipe heredero saudí, Muhamad bin Salman Al Saud, en el macabro asesinato del periodista disidente Jamal Khashoggi, ocurrido el 2 de octubre de 2018 en el consulado de Arabia Saudí en Estambul (Turquía).
Durante una entrevista concedida el viernes al portal Yahoo.News, Schiff resaltó que ningún presidente estadounidense debería reunirse con Bin Salman de aquí en adelante, “por tener las manos manchadas con la sangre” de Khashoggi, columnista del diario The Washington Post.
“Me complació mucho que el informe de la CIA [Agencia Central de Inteligencia de EE.UU.] no solo se publicara como lo exige la ley, sino que fuera tan inequívoco como era”, dijo el legislador demócrata por el estado de California, para luego aclarar que “no solo responsabiliza al príncipe heredero como debería, sino que también identifica a otros que fueron responsables del asesinato y el desmembramiento de un residente y periodista estadounidense”.
Por ello, recalcó que la Administración de Biden debe mostrar contundencia hacia Riad y tomar una serie de medidas ejemplares, como cortar cualquier vínculo que haya hasta el momento entre Washington y el príncipe heredero saudí y considerar la posibilidad de perseguir algunos de sus activos en los fondos de inversión del reino árabe que estén vinculados a entidades que desempeñaron un papel en este asesinato.
En otra parte de su intervención, reiteró en su postura ya defendida de detener la venta de armas estadounidenses a Arabia Saudí —las cuales Riad destina a su campaña agresiva contra Yemen— hasta que el reino se retracte de su conducta.
“Arabia Saudí tendría que cambiar su conducta drásticamente para que yo quisiera aprobar el levantamiento de esa prohibición que pende sobre la venta de armas” en el seno del Comité de Inteligencia del Congreso estadounidense, subrayó.
Es más, concluyó, que está más que satisfecho de que los congresistas “hayan establecido una prohibición en términos de Yemen” y que se haya detenido cualquier otro tipo de comercialización de equipos de armamentos con Riad. “En mi opinión, dada la conducta maligna de Arabia Saudí y su príncipe heredero, debe haber una justificación muy convincente para volver a venderles armas”.
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