“Tendré que ver, sabes, tendré que ver (…) No voy a decir que sí, y no voy a decir que no, al igual que me negué a hacerlo en las elecciones pasadas”, ha dicho este domingo el presidente estadounidense, Donald Trump, en una entrevista concedida a la cadena local Fox News.
El inquilino de la Casa Blanca se ha negado, de este modo, a respaldar completamente el proceso electoral de EE.UU. y repite la misma postura que adoptó antes de los comicios de 2016, cuando había afirmado que reconocería los resultados tan solo si él ganaba.
La campaña del candidato demócrata a las presidenciales de EE.UU., Joe Biden, ha respondido a las declaraciones de Trump indicando que “el Gobierno de EE.UU. es perfectamente capaz de escoltar a los intrusos fuera de la Casa Blanca”.
La aprobación de Trump se ha hundido cada día más en fechas recientes debido a su muy criticada respuesta a la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, y su gestión de las protestas contra el racismo policial tras el asesinato del afroamericano George Floyd.
Entretanto, a cuatro meses de las presidenciales en EE.UU., las encuestas reflejan que el demócrata Biden aventaja a Trump en intención de voto.
Trump ha cuestionado los resultados de dichos sondeos, tachándolos de defectuosos y afirmando que los republicanos no están siendo encuestados debidamente.
No obstante, se cree que el presidente estadounidense es bastante consciente de que las cosas no le están yendo nada bien, como ponen de relieve las últimas medidas de Trump, entre las que figura el prescindir de su gerente de campaña.
De acuerdo con un informe dado a conocer a finales de junio por el diario estadounidense Politico, algunas personas cercanas a Trump habrían indicado que el inquilino de la Casa Blanca admitió en privado que está perdiendo las elecciones presidenciales.
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