En el contexto de las crecientes tensiones entre Washington y Pekín, los lazos de Israel con China están siendo analizados de cerca por la Administración estadounidense, presidida por Donald Trump.
EE.UU. ha estado presionando a Israel en los últimos años para que revise más de cerca y endurezca el control sobre las inversiones chinas, pero ahora exige al régimen de Tel Aviv medidas más concretas para reducir sus delicados lazos con China, informó el sábado el periódico israelí, citando a un funcionario estadounidense sin identificarlo.
Si bien “el lado israelí ha reconocido educadamente nuestras preocupaciones sin comprometerse a la acción (…) no creo que un corte diplomático los reduzca más”, dijo el funcionario norteamericano, en referencia a los lazos sino-israelíes.
Este asunto —considerado de “alta prioridad para EE.UU.”, según el funcionario— formó parte de las conversaciones del secretario estadounidense de Estado, Mike Pompeo, durante la visita que realizó el 13 de mayo a Tel Aviv.
El informe precisó que Washington califica particularmente sensible la tecnología, tanto es así que EE.UU. ha estado observando la investigación académica conjunta sino-israelí en este campo. Además, EE.UU. demanda a Israel una reducción de la dependencia de China en lo que respecta a los equipos de emergencia, a la luz de la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19.
La inquietud de EE.UU., explicó el diario, radica en que los miles de millones de dólares que las compañías chinas han invertido en tecnologías que Israel ha clasificado como comerciales, luego pudieran ser utilizados por Pekín en aéreas de la inteligencia artificial, las comunicaciones por satélite y la ciberseguridad.
EE.UU. e Israel comparten entre sí datos de inteligencia muy sensibles y algunas armas estadounidenses clasificadas forman parte del arsenal israelí, entre ellas el avión de combate sigiloso de quinta generación F-35, indicó la publicación.
Washington tampoco tolera que Pekín construya la mayor parte de la infraestructura de los territorios ocupados palestinos (carreteras, trenes, túneles, puertos y más), dado que podría tener un eventual acceso a las líneas de comunicación, a través de las cuales Israel y EE.UU. mantienen sus contactos de inteligencia.
The Jerusalem Post también aseguró que la actual Administración estadounidense ve las relaciones entre Israel y China como una amenaza de seguridad geopolítica y una distracción para lograr los objetivos de su guerra comercial con el gigante asiático.
La continua fricción entre EE.UU. y China se ha intensificado en los últimos meses a raíz del brote de la COVID-19, de modo que Washington ha presionado a muchos de sus aliados para que definan su postura.
EE.UU. acusó a China de ocultar al mundo información vital sobre el brote vírico. Trump ha llamado durante mucho tiempo a la COVID-19 un “virus chino”, llegando a acusar al presidente chino, Xi Jinping, de estar detrás de un “ataque de desinformación y propaganda contra EE.UU. y Europa”. China y organismos mundiales, entre ellos la Organización Mundial de la Salud (OMS), han refutado tales imputaciones.
Este domingo, el ministro chino de Asuntos Exteriores, Wang Yi, ha lamentado el aumento de las tensiones entre EE.UU. y China y ha alertado de que las relaciones entre ambos países están dirigiéndose a una nueva guerra fría.
ncl/anz/mrp/mjs
