Un medio israelí, coincidiendo con el viaje del presidente de Irán, Masud Pezeshkian, a Kazajistán y Turkmenistán, ha descrito estos movimientos como una señal de la “expansión de la influencia estratégica de Teherán” y el llenado del vacío de poder tras la salida de Estados Unidos de la región; una transformación que, según ha señalado, podría alterar los equilibrios de seguridad y políticos alrededor del régimen de Tel Aviv.
Según informó el periódico Jerusalem Post, en un extenso informe sobre el viaje de Pezeshkian, Teherán está en proceso de recuperar su posición histórica en la región, una región que, durante la última década, debido a la competencia entre potencias globales y la salida de Estados Unidos de Afganistán, ha entrado en un período de vacío y reconfiguración de influencias.
El informe destaca que el régimen de Tel Aviv no considera el viaje de Pezeshkian como un simple gesto simbólico, sino que lo ve como parte de una estrategia más amplia cuyo objetivo es expandir la influencia económica, de seguridad y política de Irán en el norte y noreste de su territorio, una zona que siempre ha sido considerada sensible para los cálculos de seguridad de Israel.
Este medio israelí, al señalar las crecientes relaciones de Irán con Kazajistán, Turkmenistán, Tayikistán e incluso los países del Cáucaso meridional, subraya que Teherán ha sabido aprovechar el espacio generado por la disminución de la presencia estadounidense en la región, convirtiéndolo en una oportunidad estratégica para fortalecer sus lazos regionales.
Jerusalem Post continúa su análisis mencionando que la presencia de ministros y grandes delegaciones económicas acompañando al presidente iraní es indicativa de un enfoque activo por parte de Teherán para cerrar acuerdos a largo plazo y crear anclajes económicos en la región. La expansión de las relaciones Teherán-Astaná, especialmente en sectores como el transporte, el comercio, la energía y las cooperaciones en cámaras de comercio, podría cambiar el mapa económico de la región.
El medio israelí también hace referencia a la reciente declaración de Kazajistán, que ha anunciado su intención de unirse al Acuerdo de Abraham. Desde la perspectiva de Jerusalem Post, la prominente presencia de Irán en este momento representa una seria contraposición al influjo de Israel en la región.
En otra sección del artículo, el viaje de Pezeshkian a Turkmenistán y su participación en la conferencia “Año Internacional de la Paz y la Confianza” se presenta como una oportunidad para que Irán realice consultas multilateralmente con los líderes de los países de la región. Este nivel de diplomacia activa podría convertir a Irán en un actor clave en los arreglos de seguridad y economía de Asia Central.
El medio también hace referencia a los antecedentes de la presencia iraní en Asia Central, señalando la producción del dron Ababil-2 en Tayikistán en 2022 como uno de los ejemplos de la “influencia estratégica” de Teherán. Según su versión, este tipo de acciones muestra que Irán no se limita a las relaciones políticas, sino que busca establecer capacidades de largo plazo en el ámbito de seguridad y defensa en su periferia; una cuestión que, según el régimen de Tel Aviv, podría representar una amenaza a largo plazo.
“Irán está formando un círculo de colaboraciones económicas, de seguridad y políticas en una región que durante años estuvo bajo la influencia de las políticas de Estados Unidos, Rusia y China”, argumenta el informe.
El medio israelí advierte que “si este proceso continúa, Israel debe prepararse para profundos cambios en el balance de poder regional”.
Mientras tanto, las autoridades iraníes han declarado que el objetivo de estos viajes es “expandir la cooperación económica, desarrollar rutas comerciales, fortalecer la vecindad constructiva y participar activamente en los mecanismos regionales”, insistiendo en que Teherán no tiene limitaciones para desarrollar relaciones con los países de Asia Central.
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