“Irán ha soportado una carga desproporcionada durante décadas al acoger a millones de refugiados afganos mientras se encontraba sujeto a severas sanciones unilaterales. Esta responsabilidad ha impuesto inmensas presiones económicas y de seguridad, con costos anuales que alcanzan casi los 10 mil millones de dólares, en ausencia de un apoyo internacional adecuado”, declaró el miércoles el embajador y representante permanente de Irán ante la ONU, Amir Said Iravani.
En una sesión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) sobre Afganistán, Iravani denunció que la financiación internacional para los refugiados afganos en Irán se reducirá en más del 60 % en 2026, diciendo que la medida dejaría a Irán a cargo de una carga insoportable que, según afirmó, debería ser compartida a nivel mundial.
Afirmó que los costos de Irán por acoger a refugiados afganos alcanzan casi los 10 mil millones de dólares anuales, que incluyen servicios de salud y educación, vivienda, infraestructura, seguridad y subsidios estatales como alimentos, combustible y electricidad. La cifra refleja el gasto interno de Irán, no la asistencia internacional, y Teherán afirma que se ha visto obligado a absorber estos costos en gran medida por sí solo.
Iravani afirmó que Irán ha advertido reiteradamente a la ONU y a los donantes que no puede sostener estas presiones sin una ayuda sustancial y sostenida, agregando que el recorte de la ayuda viola el principio de que la responsabilidad por los refugiados debe ser compartida entre los Estados.
“Irán ha declarado reiterada e inequívocamente, incluso desde esta misma tribuna, que no puede y no seguirá asumiendo en solitario la carga desproporcionada de acoger a más de seis millones de ciudadanos afganos sin una genuina solidaridad internacional, un reparto equitativo de la carga y un apoyo financiero tangible”, dijo.
El diplomático persa desestimó además las afirmaciones del exenviado estadounidense a Afganistán, Zalmay Jalilzad, de que Irán está “expulsando sumariamente” a los refugiados afganos, afirmando que su país solo está devolviendo a los ciudadanos afganos indocumentados.
“El retorno de los ciudadanos afganos indocumentados se ha llevado a cabo en plena conformidad con el derecho internacional y los principios humanitarios, con estricto respeto a la dignidad humana”, declaró Iravani.
Irán comenzó a deportar a afganos indocumentados a finales de junio, tras una agresión militar israelí de 12 días contra el país. Teherán afirma que las medidas se dirigen a personas sin residencia legal y se llevan a cabo conforme a sus obligaciones en virtud del derecho internacional.
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