• El presidente de EE.UU., Donald Trump, ofrece un discurso en Florida, 3 de octubre de 2019. (Foto: AFP)
Publicada: viernes, 4 de octubre de 2019 8:23

Aunque las agencias que implementan las sanciones contra Irán siguen su impacto económico, no miden si las medidas logran su objetivo de cambiar sus políticas.

Los funcionarios de los departamentos de Tesoro, Estado y Comercio de EE.UU. dijeron a los investigadores de la Oficina de Responsabilidad del Gobierno (GAO, por sus siglas en inglés) que había varias dificultades para evaluar si las sanciones estaban logrando sus objetivos, incluida la naturaleza cambiante de los objetivos de la política exterior y la dificultad para aislar los efectos de las sanciones.

El informe contradice las declaraciones del presidente de EE.UU., Donald Trump, y otros funcionarios de alto nivel. “Creo que las sanciones funcionan”, indicó Trump durante una rueda de prensa celebrada el mes pasado en la que elogió las sanciones impuestas contra Irán, diciendo que eran “las sanciones más fuertes jamás aplicadas a un país”.

El uso generalizado de las sanciones por parte de la Administración de Trump ha sido un tema de debate durante mucho tiempo. Aunque todos los Gobiernos estadounidenses han utilizado presiones económicas para intentar lograr los objetivos políticos, Trump lo ha llevado más allá.

El Gobierno estadounidense ha sido criticado duramente por imponer sanciones tan amplias que representan riesgos humanitarios en países como Irán, Corea del Norte y Venezuela. El informe de la GAO precisa que las sanciones tienen muchos efectos colaterales.

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“Las sanciones también podrían tener consecuencias como los impactos negativos sobre los derechos humanos o la salud pública”, indica la GAO.

Las sanciones (de EE.UU.) también podrían tener consecuencias como los impactos negativos sobre los derechos humanos o la salud pública”, dice la Oficina de Responsabilidad del Gobierno (GAO, por sus siglas en inglés) de EE.UU.

 

EE.UU. salió unilateralmente en 2018 del pacto nuclear y restableció todas las sanciones antiraníes que se habían levantado e intenta, hasta ahora en vano, “llevar a cero” las exportaciones de crudo iraní para obligar a Irán a renegociar el pacto. 

A pesar de que la Casa Blanca dice que su embargo contra Irán excluye el área médica, esto ha puesto en riesgo la vida de los enfermos con cáncer, alerta un informe.

“Washington afirma que su máxima presión no impide el suministro de medicamentos y otras necesidades humanitarias en Irán, pero las sanciones bancarias elevan los precios de importación, bloquean las cadenas de suministro y crean una escasez mortal de medicamentos”, advierte Foreign Policy.

El canciller de Irán, Mohamad Yavad Zarif, también ha censurado los efectos del “terrorismo económico” de EE.UU. sobre el pueblo del país persa, en particular los enfermos con cáncer.

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