“EE.UU. es un país que se basa en ser la primera (potencia) y ha sido así desde la Segunda Guerra Mundial. Pero, lo que ha ocurrido es que hoy la productividad de EE.UU. está estancada, su tasa de actividad es la más baja en los 40 años, (…). EE.UU. está perdiendo la competitividad y en consecuencia se está defendiendo (al respecto)”, ha enfatizado hoy jueves el economista Santiago Niño-Becerra.
En una entrevista con la cadena HispanTV, el experto ha señalado que a partir de una agenda que en 2015 el Gobierno chino puso en marcha para convertir al país en 2025 en el más avanzado tecnológicamente del planeta, China ha avanzado muchísimo en tecnologías de punta, por ejemplo, en el estándar 5G.
Esto para EE.UU., ha aducido Niño-Becerra, representa un problema, por eso lo que Estados Unidos está haciendo con medidas restrictivas es puramente defenderse su nivel económico.
EE.UU. es un país que se basa en ser la primera y ha sido así desde la Segunda Guerra Mundial. Pero, lo que ha ocurrido es que hoy la productividad de EE.UU. está estancada, su tasa de actividad es la más baja en los 40 años, (…). EE.UU. está perdiendo la competitividad y en consecuencia se está defendiendo (al respecto)”, ha enfatizado el economista Santiago Niño-Becerra en una entrevista con la cadena HispanTV.
En su opinión, la economía mundial va directo hacia caos si las dos potencias no llegan a un acuerdo. Al respecto, ha explicado que China puede replicar interrumpiendo las exportaciones de tierras raras, materiales estratégicos que se utilizan en una amplia gama de industrias, desde la tecnológica hasta el ámbito militar de EE.UU.
Las autoridades de China han prometido tomar medidas de represalia, entre ellas reducir las exportaciones de tierras raras a Estados Unidos, lo que podría privar a las empresas norteamericanas de un recurso fundamental.
China asegura más del 90 % de la producción mundial de este conjunto de 17 metales, indispensables para las tecnologías y presentes en teléfonos celulares, pantallas de plasma, vehículos eléctricos y armamento.
Las tensiones entre EE.UU. y China han tomado un ritmo creciente por muchas cuestiones, como la guerra comercial desatada por Washington contra Pekín, el apoyo del Gobierno estadounidense a Taiwán — cuya soberania reclama Pekín— y las disputas territoriales en el mar de China Meridional.
Estas medidas se suman a la guerra tecnológica que ha lanzado Washington contra las empresas chinas al acusar al gigante chino de las telecomunicaciones Huawei de coadyuvar en actividades de espionaje para el Gobierno de China. Por tanto, ha prohibido el uso de equipamientos de esa empresa en sus principales redes y computadoras gubernamentales.
Fuente: HispanTV Noticias
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