• El senador republicano Jeff Flake.
Publicada: domingo, 7 de enero de 2018 9:45

El senador republicano Jeff Flake manifestó el sábado que todavía no se han encontrado pruebas que corroboren que los diplomáticos estadounidenses en La Habana (capital de Cuba) hayan sido víctimas de varios ataques con un arma desconocida.

Jeff Flake, miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado y desde hace mucho tiempo promotor de la distensión con Cuba, se reunió el viernes con altos cargos cubanos, entre ellos el canciller Bruno Rodríguez y los funcionarios del Ministerio del Interior en La Habana.

Según Flake, el Buró Federal de Investigaciones de EE.UU. (FBI, por sus siglas en inglés) les ha dicho a los cubanos que después de cuatro viajes a Cuba, sus agentes no encontraron evidencia de que las misteriosas enfermedades sufridas por los diplomáticos estadounidenses hayan sido resultado de ataques. Sin embargo, el mismo presidente de EE.UU., Donald Trump, catalogó el incidente como un ataque.

El referido senador declaró a la agencia estadounidense de noticias The Associated Press (AP) que los informes confidenciales de los funcionarios estadounidenses no le dan motivo para dudar de la versión del Gobierno cubano, aunque se negó a revelar el contenido de esos informes.

Según el Gobierno estadounidense, a partir de 2016, 24 funcionarios y sus cónyuges se enfermaron en sus hogares y en algunos hoteles de la capital cubana.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, ha dicho que está “convencido de que fueron ataques dirigidos”, pero que no sabía quiénes eran los responsables. El Gobierno estadounidense retiró a la mayoría de sus diplomáticos de La Habana, con el argumento del riesgo para su salud, y obligó a muchos diplomáticos cubanos a abandonar Washington.

No hay pruebas de que alguien trató intencionalmente de hacer mal a alguien (a los diplomáticos de Estados Unidos en Cuba). Nadie dice que esta gente no experimentó algún trastorno, pero no hay pruebas de que fue un ataque deliberado por parte de alguien, fueran los cubanos o algún otro”, declaró el senador estadounidense del partido Republicano Jeff Flake.

 

Cuba ha deplorado las reducciones y las ha considerado como un golpe injustificado a las relaciones bilaterales restauradas durante la presidencia de la anterior Administración de Barack Obama.

“No hay pruebas de que alguien trató intencionalmente de hacer mal a alguien. Nadie dice que esta gente no experimentó algún trastorno, pero no hay pruebas de que fue un ataque deliberado por parte de alguien, fueran los cubanos o algún otro”, dijo Flake a la AP.

Washington no señala culpables, pero reprocha a La Habana no haber garantizado la seguridad de diplomáticos extranjeros en su territorio. Ese fue el motivo esgrimido para retirar a gran parte del personal de la embajada estadounidense en la isla, lo que sirvió de base para la posterior expulsión de 15 diplomáticos cubanos de Estados Unidos.

La politización de este tema ha motivado la mayor crisis diplomática entre ambas naciones desde que reanudaron sus relaciones en 2015, tras medio siglo de ruptura y la continuación del bloqueo estadounidense contra la isla.

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